La rectitud es curvil¨ªnea
"Se ha pasado del cambio socialista a los socialistas han cambiado... ya se vio que los socialistas -los que est¨¢n ahora en el poder tambi¨¦n tienen un pasado y que sus afirmaciones anteriores no coincidir¨ªan con las actuales si se tratara de superponerlas; es decir, que al intentar la comparaci¨®n entre lo que sosten¨ªan y lo que sostienen los dirigentes del PSOE, no se verifica el criterio de igualdad establecido para las figuras geom¨¦tricas euclidianas". En estos t¨¦rminos se expresaba, a la altura de febrero de 1986, un periodista conocido m¨ªo en una columna que escrib¨ªa entonces realquilado en el semanario Tiempo. Se impone, por tanto, distinguir entre los cambios que se prometen en los programas electorales y aquellos otros que se operan en los propios l¨ªderes cuando, tras el recuento de las urnas, acceden al poder envueltos en un halo de gloria. Nadie llega ni se mantiene ileso en el poder; se atribuyen en unas ocasiones al efecto de la acomodaci¨®n, ocular, o se consideran en otras consecuencia inevitable del cambio de perspectiva.La cuesti¨®n es saber si el PP, caso de tener el poder llevar¨¢ adelante el cambio que pregona, o si, por el contrario, ser¨¢ el poder, el de siempre, el que contagiar¨¢ de sus propensiones invencibles al PP. ?Llegar¨¢ a ejercer el PP el poder o ser¨¢ el poder el que se valga instrumentalmente del PP a partir de marzo pr¨®ximo durante la nueva temporada? Desde luego, seg¨²n se ha probado ya a escala municipal y regional, al PP no le ser¨¢ posible sostenerse en esas actitudes tan inertes y tan pagadas de s¨ª mismas, que no interfieren en reacci¨®n qu¨ªmica alguna ni se combinan con ning¨²n otro elemento, como sucede con los gases nobles. Como recuerda Primo Levi en El sistema peri¨®dico a prop¨®sito del polietileno: "El Padre Eterno, a pesar de ser maestro en la polimerizaci¨®n, se abstuvo de patentarlo porque a ?l las cosas incorruptibles no le gustan". Ah¨ª nada tendr¨ªan que objetar los de Greenpeace porque saben muy bien que fuera de la materia biodegradable no hay salvaci¨®n ecol¨®gica.
Mientras, para volver a la geometr¨ªa del comienzo, valga la frase de Isaak Babel, que habla, a prop¨®sito del recio conocimiento de errores pasados de Vlad¨ªmir llich, de la dificultad del empe?o para explicar "la curva misteriosa que describe la l¨ªnea recta de Lenin". Por eso si se quiere comprender c¨®mo la rectitud de los pol¨ªticos es curvil¨ªnea, nada mejor que consultar la ecuaci¨®n de la curva del perro en el tomo Notes de bibliographie des courbes g¨¦om¨¦triques, de H. Brocard, fechado en Bar-le-Duc en 1897, que conservaba Jos¨¦ Mar¨ªa Aguilar. Para situarla en su contexto, acl¨¢rese que la curva del perro viene precedida de la curva de la involuci¨®n, de la curva c¨¢ustica y de la curva de sombra, y seguida de la curva del diablo. La descripci¨®n de Brocard es contundente: "La curva del perro es la que describir¨ªa un perro buscando reunirse con su amo, suponiendo que ¨¦ste sigue un camino dado con un movimiento uniforme".
Enseguida aclara nuestro autor que la curva del perro es un caso particular de las curvas o l¨ªneas de persecuci¨®n, as¨ª designadas por Bouguer con ocasi¨®n del problema de la trayectoria seguida por el barco que pretende interceptar a otro, problema del que se ocup¨® en la M¨¦moire de l'Acad¨¦mie des Sciences pour 1732. Estas curvas est¨¢n caracterizadas por la propiedad de su tangete de estar constantemente dirigida hacia la posici¨®n ocupada por el m¨®vil perseguido. As¨ª, la suma de las sucesivas trayectorias infinitesimales recorridas por los pol¨ªticos que, en cada instante, se encaminan con absoluta rectitud hacia un poder que se desplaza con el centro de gravedad de las mayor¨ªas sociales, describe una curva, que es precisamente la que se ha llamado curva del perro, Pero m¨¢s all¨¢ de ese comportamiento perruno, meramente instrumental, la inteligencia del pol¨ªtico debe crear la informaci¨®n e inventar los fines, seg¨²n ense?a Jos¨¦ Antonio Marina.
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