Moreiras, el impredecible
Miguel Moreiras es un hombre impredecible que ha ganado fama con sus fianzas multimillonarias y sus sumarios interminables. Lleg¨® a ser el ¨²nico juez de delitos monetarios de la Audiencia Nacional el 9 de mayo de 1991. Era el candidato al cargo con m¨¢s antig¨¹edad y accedi¨® al mismo a pesar de que algunos miembros del Consejo General del Poder Judicial reconocen que se quedaron "patidifusos". Antes hab¨ªa sufrido dos sanciones de un a?o de suspensi¨®n de empleo y sueldo, una de ellas por conceder m¨¢s de 20 indultos, como juez de vigilancia penitenciaria, sin tener autoridad para ello. La otra sanci¨®n fue por falsear un certificado m¨¦dico para obtener permiso y abandonar Espa?a.Ya como juez de delitos monetarios fue obligado a admitir la querella de KIO contra Javier de la Rosa, tras haberla rechazado tres veces. Al mismo tiempo, sus fianzas se volv¨ªan astron¨®micas y adquir¨ªan un sentido nuevo en el sistema legal. En algunos casos, como el de las cesiones de cr¨¦ditos instruido contra el Santander. las fianzas pasaban de 8.000 millones a s¨®lo 2.000 y, finalmente, a cero. El juez reduc¨ªa la fianza a medida que el banco pon¨ªa a su disposici¨®n listados m¨¢s perfectos de los titulares de estos activos. La fianza se convert¨ªa as¨ª en un instrumento de investigaci¨®n. Con un mal genio tan proverbial como su memoria, Moreiras lleg¨® a descalificar por escrito al juez Jos¨¦ Antonio Enrech cuando ambos pugnaban por el control del caso PSV. Las fianzas de Moreiras alcanzaron el r¨¦cord de 105.000 millones que aplic¨® a los inculpados por el caso Brokerval. Pero el flanco m¨¢s angustioso para los que dependen de Moreiras es la dilaci¨®n de sus instrucciones. Su popularidad rivaliz¨® con la de su vecino Baltasar Garz¨®n con la detenci¨®n- del financiero Benedicto Alfaro en la boda de su hijo para dejarlo en libertad 72 horas despu¨¦s.
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