El vicepresidente ecuatoriano pide asilo pol¨ªtico en Costa Rica tras ser acusado de corrupci¨®n
A las ¨®rdenes del general Miguel V¨¢zquez, un ej¨¦rcito de 20.000 polic¨ªas y militares controlaba ayer los aeropuertos, carreteras y accesos mar¨ªtimos de Ecuador, en una in¨²til y masiva busca y captura del vicepresidente del Gobierno ecuatoriano, Alberto Dahik, huido la noche anterior a Costa Rica en una avioneta. La Corte Suprema hab¨ªa dictado auto decretando su encarcelamiento. Dahik, acusado de malversar los fondos reservados de su vicepresidencia, se declar¨® perseguido pol¨ªtico y pidi¨® asil¨® en el pa¨ªs, centroamericano argumentando que peligra su vida.
Ecuador, con su poblaci¨®n at¨®nita y las espadas en alto, atraviesa uno de los episodios m¨¢s graves y complejos de su reciente historia, En un mensaje al pa¨ªs, el presidente Sixto Dur¨¢n Ballen denunci¨® una campa?a de odios y venganzas contra el fugado y su ilegal encausamiento. "Sabr¨¢ responder y desvirtuar las acusaciones en su contra", declar¨®. "A pesar de las tentativas de desestabilizaci¨®n, estoy decidido a continuar mi gesti¨®n hasta el final del mandato, agosto de l996".Tambi¨¦n se exculp¨® Dahik en un comunicado publicado desde el voluntario destierro: "Durante tres a?os y dos meses he servido lealmente al pa¨ªs y al Gobierno. Fui llamado sin justificaci¨®n alguna a un juicio pol¨ªtico y demostr¨¦ con claridad que no exist¨ªa base legal para la censura". Acompa?ado por sus guardaespaldas, Alberto.Dahik, de 44 a?os, conservador, considerado como el arquitecto del programa econ¨®mico neoliberal en vigor, se hab¨ªa refugiado en su residencia al ser sometido a un juicio pol¨ªtico y presentado despu¨¦s la dimisi¨®n.
Pendi ente la causa penal y dictado su apresamiento, decidi¨® huir. El encarcelamiento ordenado por el juez Carlos Sol¨®rzano, as¨ª como el embargo de los bienes y cuentas bancarias del imputado, no encuentra, precedentes en la democracia, ecuatoriana, que cumple sus 16 a?os de vida. El enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Legislativo observado en Ecuador guarda semejanzas, sin embargo, con choques ocurridos en otros pa¨ªses que establecieron programas de apertura econ¨®mica. Sus Gobiernos, o aquellos ministros encargados de aplicarla, promueven leyes que el Congreso frena o trata de enmendar sustancialmente, respondiendo en ocasiones a intereses particulares.
En Ecuador, todo comenz¨® en agosto, mes en que Dahik reconoci¨® la claudicaci¨®n del Gobierno al chantaje de jueces, diputados y otras autoridades que exig¨ªan dinero o prebendas para aprobar o al menos no entorpecer las iniciativas del Ejecutivo.
El contraataque y las represalias no se hicieron esperar. Tambi¨¦n en agosto, el presidente de la Corte Suprema, Miguel Mac¨ªas, abr¨ªa un proceso contra dos secretarios del vicepresidente por uso indebido de los fondos secretos bajo su control: aproximadamente 450.000 d¨®lares (m¨¢s de 56 millones de pesetas) escamoteados. Fue en septiembre cuando Sixto Dur¨¢n pidi¨® a su hombre la dimisi¨®n "para que pueda defender se con libertad". Un total de 39 diputados votaron por la destituci¨®n, sin lograr la mayor¨ªa requerida para imponerla. "Tengo las manos limpias", insisti¨® el denunciado ante el Parlamento de un pa¨ªs que comparte con el grueso latinoamericano su proclividad a la corrupci¨®n.
La prisi¨®n preventiva en su contra fue dispuesta un d¨ªa despu¨¦s de que el presidente del Gobierno impidiera por decreto el acceso del juez Sol¨®rzano a los microfilmes de los movimientos de todas las cuentas bancarias abiertas con los fondos reservados de la vicepresidencia. El magistrado calific¨® la medida como una "b¨¢rbara intromisi¨®n" del poder ejecutivo en la Administraci¨®n de justicia, mientras que el presidente del Congreso, Fabi¨¢n Alarc¨®n, no descartaba la presentaci¨®n de una moci¨®n de censura contra el gobernante.
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