El Ejercito franc¨¦s intervendr¨¢ junto a la polic¨ªa en la lucha autiterrorista
El Gobierno franc¨¦s ha decidido extremar la vigilancia antiterrorista tras el atentado en la estaci¨®n parisina de Mus¨¦e d'Orsay. Tropas del Ej¨¦rcito se unir¨¢n a la polic¨ªa en las patrullas callejeras establecidas en el plan Vigipirate, puesto en pr¨¢ctica a finales de julio y reforzado ayer. El Ministerio del Interior franc¨¦s teme nuevos atentados conforme se acerquen las -elecciones presidenciales, en Argelia, el pr¨®ximo 16 de noviembre.
La polic¨ªa francesa empieza a es tar exhausta. Tras 10 semanas de movilizaci¨®n intensiva, con ho ras extraordinarias y sin d¨ªas libres, el peso del plan Vigipirate se hace notar. El pasado lunes se hab¨ªa anunciado una paulatina relajaci¨®n de lavigilancia antite rrorista y, en una primera fase, 60 de cada 1 00.agentes iban a poder disfrutar de un d¨ªa libre a la semana. Pero la alegr¨ªa policial dur¨® s¨®lo unas horas: el martes, tras el atentado de Mus¨¦e d'Orsay, las ¨®rdenes cambiaron. Vol vieron a . anularse permisos y li branzas, y el Ministerio del Inte rior pidi¨® al de Defensa que pro porcion¨¢ra tropas de refuerzo. Hasta ahora, los soldados se ha b¨ªan limitado a cooperar en la vi .gilancia de fronteras. Desde este momento proteger4,n embajadas, colegios y centros de comunicaciones. S¨®lo en Ile-de-France, la regi¨®n pansina, Vigipirate estable ce una vigilancia permanente so bre 500 estaciones de tren y me tro y 4.000 centros escolares, adem¨¢s de sedes diplom¨¢ticas, sedes de grandes empresas, de p¨®sitos de carburante y otros puntos susceptibles de sufrir atentados. Los controles policia les en la calle. se han convertido en algo habitual. Seg¨²n el ministro del Interior, Jean-Louis Debr¨¦, desde. finales de julio se ha pedido la documentaci¨®n a 1,85 millones de personas y se ha negado la entrada en el pais a mas de 10.000Pese a todas las precauciones, la oleada de atentados integristas est¨¢ poniendo en evidencia las limitaciones de la polic¨ªa y, sobre todo, las de su ministro, Jean Louis Debr¨¦ . El ministro del Interior es criticado por la judicatura, los sindicatos policiales y la oposici¨®n. Debr¨¦ ha cometido varios errores de bulto. Sobre todo el de atribuir a Jaled Kelkal, tras ser muerto a tiros por la polic¨ªa, una participaci¨®n directa en todos los atentados.
El ministro dio a entender que con la muerte de Ke1kal las redes terroristas conectadas con Argelia quedaban casi desarticuladas. Los hechos han demostrado lo contrario. Tambi¨¦n se equivoco en detalles imperdonables para un ministro: afirm¨® que la explosi¨®n de la plaza Charles Vallin en Par¨ªs y el fallido atenta do contra el tren Par¨ªs-Ly¨®n estaban relac ionados porque el sistema de relojer¨ªa de ambas bombas era id¨¦ntico,. Sin embargo, la bomba del tren no ten¨ªa reloj y deb¨ªa estallar por impacto.
Comparaciones con Pasqua
Los sindicatos, policiales,empiezan a a?orar a Charles Pasqua. Mientras Debr¨¦ ocupa un discreto s¨¦ptimo Puesto en la jerarqu¨ªa del Gobierno, el ex ministro del Interior ostentaba el cargo de ministro de Estado y hac¨ªa valer su peso pol¨ªtico y su experiencia. "Pasqua, guste o no guste, conoc¨ªa el negocio" declar¨® recientemente Jacky Viallet, secretario general de la izquierdista Federaci¨®n Aut¨®noma de Sindicatos de, Polic¨ªa.
En estos momentos, la polic¨ªa francesa parece encallada en sus investigaciones sobre las redes terroristas isl¨¢micas y condenada a vigilar y esperar nuevos atentados.
Todas las posibilidades de avanzar se centran en Karim Koussa, el joven que acompa?aba a Kelkal y sufri¨® heridas graves en un tiroteo contra la polic¨ªa. Hab¨ªa un tercer hombre no identificado con Ke1kal y Koussa. Si Koussa hablara, una vez repuesto, se podr¨ªa saber si el misterioso tercer hombre era el enlace entre la red de Ly¨®n -la de Kelkal- y la que opera en Par¨ªs. A¨²n no se sabe cu¨¢l es el papel del nebuloso Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA) en los atentados, ni si hay o no una jefatura central en Francia, ni c¨®mo se conectan los diferentes grupos.
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