Canas en el pelo

Anita Kalanke, esposa del ingeniero que desencade?¨® el proceso, es arria de casa y madre de dos hijos. Un hijo estudia toda v¨ªa matem¨¢ticas 'y la hija, de 27 a?os, ha terminado Ciencias de la'Nutrici¨®n. Para su esposa, Elckhard Ka lanke no, tiene nada que ver con un hombre machista: ''Es una persona muy agrada ble, que siempre ha ayudado a su mujer y sus hijo", los cuales todav¨ªa necesitan ayuda financiera de familia.Durante los cinco ¨²ltimos a?os "recibimos rechazo de todas partes. Todos nos dec¨ªan que no conseguir¨ªamos nada, pero esto lesionaba nuestro sentimiento de la justicia. Adem¨¢s, el procedimiento a trav¨¦s del comit¨¦ (le empresa, comisi¨®n de acuerdo y comisi¨®n de arbitraje tambi¨¦n ha sido declarado anticonstitucional. Nos indignamos' porque aqu¨ª en, Bremen no ten¨ªamos la menor opotunidad de conseguir algo y por eso seguimos fuera. S¨®lo contamos con la ayuda (le la familia. Los otros nos dec¨ªan que lo dej¨¢ramos, porque s¨®lo lograr¨ªamos canas en el pelo".

. La frase result¨® exacta en el caso de Eckhard Kalanke, quien a sus 57 a?os tiene el pelo y el bigote completamente blancos. Ayer fue imposible de localizar.

Anita considera que a su marido le corresponder¨ªa ocupar de forma inmediata el puesto, sin necesidad de nueva convocatoria. "Dos tercios de la poblaci¨®n est¨¢n con nosotros y un tercio detr¨¢s de una parte de las mujeres" afirma. , Asegura Anita que s¨®lo una parte de las mujeres se beneficia de las cuotas y afirma que la ingeniera Glissmann "tiene una casa" dos coches, un hombre que gana mucho, dinero y mi marido me tiene a m¨ª, que no consegu¨ª ning¨²n trabajo cuando los hijos crecieron; y dos hijos a quien sostener. Una sentencia, una nueva ley, no. puede ignorar esos aspectos sociales. ?sto me parece muy importante". Anita estudi¨® una carrera comercial, pero cuando sus hijos crecieron y quiso volver¨¢ trabajar le dijeron que ya no estaba al d¨ªa, ni preparada, y que ten¨ªa demasiados a?os. Ella considera. injusto que no le dieran el puesto a, su marido y opina que la ingeniera que recibi¨® el puesto se meti¨® por la l¨ªnea de adelantamiento".

Su marido se, siente muy bien con la sentencia favorable, ag¨®tado por las entrevistas y las llamadas telef¨®nicas: "No quer¨ªamos ser famoso . s, pero tampoco permitir que en una democracia ocurra esto. La izquierda lo utiliza".

"El comit¨¦ de empresa, los asalariados y una comisionada de asuntos para la mujer no pueden decidir sobre la calificaci¨®n profes¨ªonal de una persona. La siguiente instancia se pronuncio a favor de mi marido y luego el asunto lleg¨® a una comisi¨®n de arbitraje donde se sientan seis Jersonas de los partidos y sindicatos. El llamado juez era un ex-funcionario que decide sobre la cualificaci¨®n profesional y esto es inaceptable".

Tampoco admite la esposa de Kalanke que los dos competidores tuviesen la misma cualificaci¨®n profesional: "mi marido desempe?¨® el cargo durante 17 a?os y de sarroll¨® los grandes proyectos. Despu¨¦s llega aqu¨ª una mujer y dice que quiere el puesto. No puede ser

La se?ora Kalanke .dice que siempre crey¨® que el fondo recibir¨ªan justicia, "y as¨ª ocurri¨®". No le importa que Ia prensa de izquierda" les haya atacado o los siga atacando.