Imposturas de r¨¢bula
El rechazo parlamentario a los Presupuestos es el acontecimiento m¨¢s significativo de una semana repleta de hechos pol¨ªticamente importantes. Si hasta ahora cada vez que ped¨ªa elecciones anticipadas (por ejemplo, con motivo de los resultados de las elecciones europeas o municipales) el PP comet¨ªa una impostura democr¨¢tica, en esta ocasi¨®n ha adquirido legitimidad para demandar que algo se mueva. La devoluci¨®n de los Presupuestos suele suponer, en los pa¨ªses de nuestro entorno, una crisis pol¨ªtica que se solventa mediante la convocatoria de nuevos comicios, la dimisi¨®n del jefe del Ejecutivo o, en el caso m¨¢s tenue, a trav¨¦s de la remodelaci¨®n del Gobierno con la dimisi¨®n del ministro de Econom¨ªa. Esta ¨²ltima opci¨®n hubiera sido parad¨®jica, ya que Pedro Solbes s¨®lo es la v¨ªctima de una coyuntura pol¨ªtica envenenada y ha presentado unos n¨²meros sustancialmente correctos.Lo que no pasa en ese entorno es que nada cambie, que todo permanezca, como si la C¨¢mara no hubiera retirado el voto mayoritario que ha ido concediendo al presidente del Gobierno para salir adelante. Felipe Gonz¨¢lez es presidente con el voto de sus parlamentarios y el apoyo de diferentes grupos (por acci¨®n u omisi¨®n) que hoy le han abandonado. Ello es, de hecho, una moci¨®n de censura encubierta; sin la confianza de la C¨¢mara, el Ejecutivo no puede gobernar.
La denuncia que hace Gonz¨¢lez al PP de que presente una moci¨®n de censura, instrumento constitucional, para conseguir sus objetivos es una respuesta ret¨®rica pero no exenta de raz¨®n pol¨ªtica. Socialistas y populares tendr¨ªan que andar m¨¢s prestos en respetar el esp¨ªritu de la Constituci¨®n no s¨®lo la letra; no son r¨¢bulas, sino pol¨ªticos electos. La imagen de que a los conservadores les falta valor pol¨ªtico para plantar cara al Gobierno est¨¢ tomando carta de naturaleza mayoritaria en los comentarios. El miedo esc¨¦nico de Aznar frente a Gonz¨¢lez y la sensaci¨®n de que hasta el ¨²ltimo segundo, el PP vaya a aprovechar el desgaste del PSOE y no va a ense?ar la patita de sus propias respuestas es demoledor para la confianza en la alternativa.
Un d¨ªa antes de iniciarse el debate sobre los Presupuestos, el gobernador del Banco de Espa?a insisti¨® en la necesidad de m¨¢s reformas estructurales para equilibrar la econom¨ªa espa?ola. Y ello fue considerado un varapalo adicional a los Presupuestos. El papel de los bancos centrales es -desde que se acept¨® la din¨¢mica de la uni¨®n econ¨®mica y monetaria a trav¨¦s del Tratado de Maastricht- el de guardianes de la ortodoxia: han de medir ¨²nicamente las consecuencias econ¨®micas de las decisiones pol¨ªticas. Es decir, declarar siempre el y yo m¨¢s en los ajustes y ser antip¨¢ticos y desalmados (cualquiera que conozca a Rojo sabe que no es precisamente un desalmado) en sus recetas t¨¦cnicas. Son los pol¨ªticos los que deben enmarcar las dimensiones de la econom¨ªa.
El problema surge cuando algunos de estos ¨²ltimos se disfrazan de t¨¦cnicos independientes y tratan a la econom¨ªa como algo aislado, puro; para ellos, el marco institucional, la experiencia hist¨®rica y los deseos de los ciudadanos est¨¢n completamente excluidos de la teor¨ªa econ¨®mica; reivindican, en esencia, al Adam Smith de La riqueza de las naciones. Pero para presumir del fundador de la ciencia econ¨®mica y llevar puestas con consecuencia las corbatas con su esfinge (pen¨²ltima moda de algunos liberales) hay que recordar que Smith tambi¨¦n escribi¨® la Teor¨ªa de los sentimientos morales, en la que insisti¨® en los valores globales de la econom¨ªa. Es otra impostura resaltar s¨®lo la b¨²squeda del propio beneficio y olvidarse del contexto pol¨ªtico y social en el que suceden las cosas.
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