El Valencia sigue creciendo

En un partido memorable, el Valencia confirm¨® su trayectoria ascendente ante un Compostela grande que siempre mir¨® de frente a Zubizarreta Cualquier cosa pudo pasar en un choque que refrenda toda la belleza del f¨²tbol, pero quiz¨¢ aquellos primeros actores que posee el Valencia (Mijatovic, Femando, Viola), sentenciaron el encuentro. La hinchada se revolvi¨® de gozo al observar que Luis ha ensamblado un equipo poderoso.De un terreno r¨¢pido y una actitud atacante de ambos conjuntos, naci¨® un partido trepidante, de aquellos en los que el espectador ni parpadea por no perderse algo bueno. El Compostela trajo consigo la pertinaz lluvia gallega a Valencia, pero tambi¨¦n una ambici¨®n encomiable para un equipo de sus caracter¨ªsticas. Las tres derrotas consecutivas a domicilio llevaron a Fernando V¨¢zquez a apostar de inicio, por los dos hombres que le abastecen de goles en el Multiusos de San L¨¢zaro, Christensen y Ohen, una pesadilla para cualquier defensa. La elecci¨®n propici¨® el espect¨¢culo. Las se?as de V¨¢zquez se registaron pronto sobre Mestalla: presi¨®n zonal asfixiante y depliegue veloz de los interiores (sobre todo la verticalidad de Jos¨¦ Ram¨®n).

Cada acci¨®n anunciaba algo interesante: el cambio de ritmo de Mijatovic, un pase de oro de Fernando o un disparo de Jos¨¦ Ram¨®n. El Valencia activ¨® pronto su pareja de creaci¨®n: Fernando inventa un pase y Mijatovic lo resuelve con claridad (m. 5). Pod¨ªa suponer esto un recital blanco, pero al instante se descubri¨® que no, no lo permitir¨ªan los gallegos, que se marcharon raudos a por el empate. El Compostela apret¨® por donde m¨¢s le duele al Valencia, su lateral izquierdo (Sietes), que regala pases como churros a sus contrincantes, y por ese lado apareci¨® Jos¨¦ Ram¨®n para firmar el empate. Se aprovech¨® de la lluvia para lanzar, apenas sin ¨¢ngulo, un disparo seco y cruzado (m. 10). Luis Aragon¨¦s percibi¨® el agujero y sac¨® a Mendieta para taparlo.

Esto no hac¨ªa sino comenzar y el alto voltaje del duelo no decay¨® en ning¨²n momento. Volvi¨® a aparecer Mijatovic en otras tantas acciones trascendentales (provoc¨® y tranform¨® el penalti que desequilibraba el encuetro) y, Ohen libr¨® un mano a mano con Zubizarreta, que resolvi¨® brillantemente el portero vasco. Todo ello despert¨® el entusiasmo de la hinchada, que core¨® lo nombres de Pedja y Zubizarreta. Era un tratado de buen f¨²tbol, del que desenton¨® el ¨¢rbitro, Rodr¨ª.guez Martel, que busc¨® un protagonismo inmerecido.

La segunda parte se abri¨® con una baja de consideraci¨®n: Mijatovic, lesionado. Lleg¨® la hora de Viola, recibido entre v¨ªtores por los aficionados durante el calentamiento. El brasile?o pasaba la gran prueba de fuego: suplir a una de las estrellas de la Liga. La super¨®. Sobre todo porque aprovech¨® un mano a mano con Falag¨¢n para estrenarse como goleador y liberarse as¨ª de la presi¨®n del estreno. Encar¨® al portero y la coloc¨® con la suavidad de la t¨¦cnica brasile?a. Tan ansiado era el tanto para el brasile?o que ni siquiera lo celebr¨® con una de sus preparadas conmemoraciones.

?Resuelto el partido? Ni un ¨¢pice. V¨¢zquez retir¨® un defensa y mand¨® abalanzarse sobre Zubizarreta. Titube¨® el Valencia y el Compostela se le subi¨® al cogote. Se palpaba el empate, cuando surgi¨® G¨¢lvez y firm¨® una jugada soberbia, una gran carrera en perpendicular desde la izquierda que culmin¨® con sendos regates y el gol a puerta vac¨ªa.