Pretextos para la improvisaci¨®n

Como rezaban las previsiones, el p¨²blico asistente ten¨ªa m¨¢s de 30 a?os y toda suerte de recuerdos comunes, en los que la figura de Vanelli era pieza importante. Sin embargo, se encontr¨® a un ¨ªdolo que parece haber renunciado a las trilladas sendas del pop, a cambio de una profundizaci¨®n en los m¨¢s complejos vericuetos de la experimentaci¨®n jazz¨ªstica.Vanelli sigue conservando un porte envidiable, unas maneras de crooner a la antigua -un poco bastante horteras- pero, sobre todo, una voz d¨²ctil, profunda y aterciopelada. Adem¨¢s sabe rodearse de m¨²sicos impresionantes, a los que dirige con mano f¨¦rrea. El resultado, no obstante, supuso que sus canciones troc¨¢ranse en pretextos para un juego instrumental de desaf¨ªos en los que la improvisaci¨®n flu¨ªa como una corriente misteriosa y ciertamente aburrida.