McRae aventaja a Sainz el primer d¨ªa
Los Mitsubishi superan en el RAC a los Subaru de los dos aspirantes al t¨ªtulo individual
El primer asalto del combate final entre Carlos Sainz y Colin McRae se decidi¨® ayer a los puntos a favor del escoc¨¦s. Fueron 14 los segundos de bot¨ªn que logr¨® en la etapa inicial del decisivo RAC Rally, la ¨²ltima, pelea que los dos pilotos de Subaru libran estos d¨ªas en Gran Breta?a con la corona mundial de rallies en juego. Un margen peque?o, casi irrisorio, pero suficiente para conquistar el primer triunfo parcial sobre Sainz. Sin embargo, la victoria frente a su rival en la lucha por el t¨ªtulo -quien quede delante del otro es campe¨®n-, aunque provisionalmente valiosa, no condujo a McRae al liderato. La, primera jornnada vivi¨®, por el contrario, el dominio de Mitsubishi, que coloc¨® al fin¨¦s Tommi Makinen primero y al sueco Kenneth Eriksson en segunda posici¨®n.Los cuatro notables de la carrera cumplieron las expectativas. Desde el arranque se plante¨®, como se esperaba, un doble duelo: Sainz contra McRae, Subaru contra Mitsubishi. Sin Toyota -muchos seguidores lucieron ayer adhesivos con el lema Los rallies necesitan al TTE- y con Ford en horas bajas, cualquier otra situaci¨®n hubiera sorprendido. Y al final de la corta etapa -apenas 45 kil¨®metros- todas las candidaturas mantuvieron sus opciones. Los 26 segundos que separaron anoche al l¨ªder, Makinen, de Sainz, cuarto, no significan nada.
Nadie se dej¨® nada por el camino. "En este primer d¨ªa hay mucho que perder y nada que ganar", hab¨ªan coincidido todos ellos antes de empezar el rally. Y superada la jornada, qued¨® claro que nadie hab¨ªa cedido nada. S¨®lo el franc¨¦s Fran?ois Delecour (Ford), un actor secundario esta vez, qued¨® eliminado por culpa de una aver¨ªa. Su baja, no obstante, casi pas¨® desapercibida ante la magnitud de lo que est¨¢ en juego en Gran Breta?a.
Mucho m¨¢s destacado fue el sobresalto de Sainz en la segunda prueba cronometrada. Un charco espectacular cerca del castillo de Chatsworth se convirti¨® en algo maldito para el bicampe¨®n espa?ol. Y no s¨®lo porque all¨ª se le rompi¨® ayer el radiador y le dio un susto de muerte. ?se es ya un punto negro en los mapas de Sainz, sobre todo porque el incidente de ayer ocurri¨® exactamente en el mismo lugar que el ano pasado y en id¨¦nticas circunstancias.
Sainz se dej¨® un pu?ado de segundos en el incidente y se llev¨® un escalofr¨ªo que le acompa?¨® un rato m¨¢s, aunque el radiador fue sustituido r¨¢pidamente y el Subaru n¨²mero cinco del piloto espa?ol volvi¨® a rendir con toda normalidad. En esos momentos de zozobra construy¨® McRae la ligera ventaja que provisionalmente le puso en cabeza de la carrera por el t¨ªtulo mundial individual. La clasificaci¨®n de marcas, por otra parte, se decant¨® ayer del lado de Mitsubishi, m¨¢s por un acierto con la elecci¨®n de neum¨¢ticos mediada la jornada que por haber demostrado una verdadera superioridad. En realidad, el desarrollo de la jornada reflej¨® una tremenda igualdad entre los cuatro tenores.
Por eso, todos ellos, alimentaron sus diversas ilusiones. Makinen y Erlksson, la de Mitsubishi de lograr el cetro de constructores, a base de confirmar que su coche el Lancer, est¨¢ en la plenitud. Sainz, la de ser tricampe¨®n, reafirmada tras sobrevivir al percance con el radiador. Y MeRae, la de convertirse en el primer campe¨®n del mundo brit¨¢nico, algo por lo que tambi¨¦n suspiran los miles de aficionados que ayer le apoyaron a lo largo del recorrido (casi 100.000 de ellos pagando siete libras -1.400 pesetas- para poder estar en los tramos cronometrados). Los organizadores esperan que esta edici¨®n bata el r¨¦cord de espectadores de la pasada, en la que seg¨²n un recuento hecho p¨²blico el s¨¢bado la prueba fue presenciada por m¨¢s de dos millones de personas.
Pasado el peligroso tr¨¢mite de ayer, hoy se desatan las hostilidades. Es la aut¨¦ntica hora de la verdad. En los siete tramos cronometrados de la jornada (190 kil¨®metros cronometrados y un recorrido total de 798 kil¨®metros), nadie podr¨¢ guardarse nada. Y esta tarde todos esperan ver la situaci¨®n m¨¢s definida. A su favor, claro.
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