P¨¢nico en el metro por los tiros de un policia que abati¨® a un homicida
Alejandro Laso Bernal, de 42 a?os, muri¨® en la tarde de ayer tras recibir un navajazo en un and¨¦n de la estaci¨®n de metro de la madrile?a plaza del Conde de Casal. El agresor, Francisco Mart¨ªn Vega, de 42 a?os, y que supuestamente hab¨ªa intentado desvalijar a su v¨ªctima, cay¨® abatido momentos despu¨¦s por los disparos de un polic¨ªa nacional de paisano que se encontraba casualmente en el lugar.El tiroteo se desat¨® en los pasillos a las 14.30, cuando la estaci¨®n estaba abarrotada. Los disparos sembraron el p¨¢nico entre m¨¢s de un centenar de viajeros. La escena no era para menos.
Mart¨ªn Vega, con cinco antecedentes policiales y una orden de busca y captura de la Audiencia Provincial de Madrid por tenencia il¨ªcita de armas, acababa de encararse al agente con la navaja autom¨¢tica ensangrentada. Apenas a 20 metros de ¨¦l yac¨ªa sobre el suelo Laso Bernal. Agonizaba. El navajazo, le hab¨ªa entrado por la axila izquierda y Ie hab¨ªa atravesado la tr¨¢quea. El polic¨ªa, de la comisar¨ªa de La Estrella, al toparse con la sangre, empez¨® a perseguir a Mart¨ªn Vega por la estaci¨®n.
"?Alto, polic¨ªa!", grit¨® pistola en mano. El agresor se gir¨®. Desafiante, se dirigi¨® al agente, quien, siempre seg¨²n testigos presenciales, dispar¨® tres veces al aire. Mientras las balas se estrellaban contra los azulejos, Mart¨ªn Vega intentaba alcanzar al polic¨ªa con su navaja (15 cent¨ªmetros de filo).
Los dos disparos siguientes, sin embargo, impactaron en el agresor. El primero, le atraves¨® ambos muslos; el segundo, le perfor¨¦ el abdomen. Pero Mart¨ªn Vega permaneci¨® en pie y reanud¨® la desesperada huida. Trep¨® las escaleras que le faltaban hasta la boca de salida. All¨ª volvi¨® a retar al polic¨ªa. "?Que salga, que salga!", grit¨® ante las at¨®nitas miradas de los transe¨²ntes. Llevaba su navaja en la mano.
Un polic¨ªa nacional y un guardia civil, ambos de paisano, le sorprendieron por la espalda. El agresor se revolvi¨®. Enfurecido y agarrado con fuerza por los agentes, continuaba retando al polic¨ªa que le hab¨ªa metido dos balazos en el cuerpo.
Una vez inmovilizado, le sacaron del metro y le metieron en el concurrido bar Marul, situado en la calle del Doctor Esquerdo, n¨²mero 175. A¨²n llevaba la navaja agarrada. "Les cost¨® much¨ªsimo quit¨¢rsela. Era enorme. Parec¨ªa un cuchillo de carnicer¨ªa. No quer¨ªa dejarlo por nada del mundo. S¨®lo se le cay¨® de la mano cuando se desmay¨®" coment¨® ayer un trabajador de este establecimiento.
Sobre una silla fue atendido por los facultativos del servicio de ambulancias del Samur. Acababan de llegar al lugar de los hechos, tras ser llamados por una empleada del metropolitano.
La polic¨ªa sostiene que el homicida intent¨® atracar a su v¨ªctima en el and¨¦n del metro
El ambiente de inseguridad se ha visto antecedido por la publicaci¨®n, la pasada, semana, de un supuesto atraco a 30 ocupantes de un vag¨®n. La noticia, que surgi¨® de la llamada de una mujer a una emisora, jam¨¢s fue confirmada, pese a lo cual obtuvo amplio eco en algunos medios. Ni se presentaron denuncias ni han aparecido testigos, ni fue conocida por los empleados de la estaci¨®n. "Es dif¨ªcil de creer que se hayan robado decenas de visas y que nadie lo haya denunciado", se extra?a un trabajador del metro.
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