Una extra?a simetr¨ªa
Uno de los secretos mejor guardados por la polic¨ªa en el caso del doble crimen de los taxistas ha sido la captura de Abdesl¨¢n Kayat. Mientras la pista que condujo hasta Rachid Mufrag fueron las huellas dejadas en el coche y el relato de un testigo, la senda que permiti¨® la detenci¨®n de Kayat nunca ha sido revelada. La raz¨®n del misterio reside en que no hay tal pesquisa. Se trato de una simple casualidad. El 22 de noviembre, un d¨ªa despu¨¦s del doble asesinato, el juez de guardia llam¨® a declarar a Rachid Mufrag, que acababa de pasar a su disposici¨®n. La Guardia Civil le sac¨® de los calabozos de la plaza de Castilla. El marroqu¨ª, sin afeitar, entr¨® esposado en la sala y mir¨® al magistrado a la cara. En aquel momento, era el ¨²nico detenido por el, doble asesinato. Sin pesta?ear y antes de que se le preguntase nada, espet¨® en mal castellano: "?Qu¨¦ le ha dicho el que iba conmigo en el taxi?". Al juez se le enarcaron las cejas. "?A qui¨¦n se refiere inquiri¨® el magistrado. "Al que estaba conmigo esa noche?", respondi¨® Rachid. El azar hab¨ªa jugado su baza.En los calabozos judiciales, se encontraba precisamente Abdesl¨¢n Kayat, pero no estaba por el doble asesinato, sino por esnifar coca¨ªna en p¨²blico en el paseo de Santa Mar¨ªa de la Cabeza. La polic¨ªa ni siquiera le hab¨ªa relacionado con el crimen. De eso se encarg¨® una extra?a simetr¨ªa, la misma que hizo coincidir a los dos hombres ese d¨ªa y a esa hora tras las rejas. El juez, no tuvo m¨¢s que levantar la mano para inculpar a Kayat, supuesto autor material de los asesinatos.
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