Contra el desarraigo

Steve Coleman es un hombre de su tiempo, pero no en el sentido estrictamente coyuntural del t¨¦rmino. Tambi¨¦n es un m¨²sico capaz de caracterizar y resumir el tiempo vivido por el hombre de origen africano a partir de su cruel proceso de desarraigo. Las primeras notas de Coleman, junto al comedido trompetista Ralph Alessi, sentaron unas normas del contrapunto densas y flexibles. Luego, la entrada del din¨¢mico tr¨ªo de raperos, del bajo mastod¨®ntico y de la omnipresente bater¨ªa cre¨® una p¨¦trea coraza que, lejos de ocultar o disuadir, invit¨® a la observaci¨®n y al acercamiento. Todo remit¨ªa en ¨²ltima instancia a ?frica, tambi¨¦n las formas generosas de Laila, una bailarina incre¨ªblemente ¨¢gil y sensualidad nada ambigua.El espl¨¦ndido bater¨ªa Gene Lake, involucrado en una labor similar a la que desarroll¨® Kenny Clarke en el nacimiento del be-bop, teji¨® una compleja trama que los solistas enfatizaron en beneficio de un discurso di¨¢fano, y el fest¨ªn sonoro concluy¨® en pura catarsis.