La movilizaci¨®n evoca al Frente Popular de 1936
Arrecia la tormenta social francesa y aumenta la incertidumbre. Las manifestaciones de ayer superaron largamente las del martes y reflejaron la virulencia del conflicto en las capitales de provincia, especialmente en el sur y el oeste del pa¨ªs. En ciudades como Ru¨¢n, Tours y Le Mans no se hab¨ªan visto manifestaciones tan numerosas desde el frentepopulismo de 1936. En total, seg¨²n c¨¢lculos policiales, unas 900.000 personas salieron a la calle para exigier la retirada de los planes de reforma de la Seguridad Social. El Gobierno se vio obligado a desmentir rumores sobre una inminente dimisi¨®n de Alain Jupp¨¦.
El movimiento de huelgas registr¨® ayer una importante extensi¨®n, al incorporarse la mayor¨ªa de los maestros de primaria y secundaria y m¨¢s de dos millones de funcionarios, con especial incidencia en los ministerios de Educaci¨®n, Finanzas y Trabajo. Los controladores a¨¦reos, auxiliares de Air France y personal de los aeropuertos dejaron de trabajar, forzando la cancelaci¨®n de numerosos vuelos, y en las pistas de Orly hubo choques entre unos 1.500 huelguistas y fuerzas antidisturbios. [La movilizaci¨®n tuvo su repercusi¨®n en Espa?a. Iberia logr¨® fletar dos vuelos en los que introdujo a los pasajeros de cuatro de los previstos a Par¨ªs y Renfe suspendi¨® de forma indefinida la venta de billetes para convoyes que circulen hacia Par¨ªs o deban atravesar territorio franc¨¦s. Ayer, ni un solo tren cruz¨® la frontera]. La huelga se mantuvo circunscrita, salvo muy raras excepciones, al sector p¨²blico, sin que se redujera la aparente simpat¨ªa hacia la protesta por parte de los asalariados del sector privado. Millones de personas volvieron a acudir al trabajo en azarosas condiciones, bajo un fr¨ªo glacial. Un ejemplo: los Ledu, marido y, mujer empleados de banca y residentes en los suburbios; de Par¨ªs, recorren diariamente en bicicleta 30 kil¨®metros de ida, y 30 de vuelta para no faltar a la oficina y siguen expresando su "comprensi¨®n" hacia la huelga salvaje de los transportes p¨²blicos.
La manifestaci¨®n de Par¨ªs fue menos numerosa que la del martes, con poco m¨¢s de 20.000 asistentes. Pero las provincias tomaron el relevo: m¨¢s de 65.000 personas en Marsella, 60.000 en Toulouse, 40.000 en Rennes, 40.000 en Grenoble, Burdeos y Le Mans, 25.000 en Niza y Nantes. En algunas ciudades no se recordaban marchas tan nutridas, en otras hab¨ªa que remontarse a 1936 y al ascenso al poder del Frente Popular. La evaluaci¨®n sindical de 1,3 millones de manifestantes fue rebajada hasta un tope de 900.000 por la polic¨ªa.
El ambiente en las manifestaciones fue m¨¢s crispado que en jornadas anteriores y hubo enfrentamientos entre grupos de alborotadores y la polic¨ªa. Por la ma?ana, el diputado liberal Pierre Lang fue secuestrado durante unas horas por mineros en huelga en su alcald¨ªa de Freyming-Merlebach (noreste) y retenido en el fondo de un pozo. El incidente concluy¨® con una batalla campal entre mineros y antidisturbios.
El aumento de la tensi¨®n social aliment¨® nuevas dudas sobre la continuidad de Alain Jupp¨¦ como primer ministro. Jupp¨¦ no acudi¨® con el presidente Jacques Chirac a la cumbre franco-alemana de Baden-Baden (curiosamente, el entonces presidente Charles de Gaulle tambi¨¦n viaj¨® a Baden-Baden en el momento crucial del movimiento de mayo de 1968) y reuni¨® un minigabinete de crisis en Matignon. Durante toda la ma?ana circularon en medios burs¨¢tiles rumores sobre su inminente dimisi¨®n y el Gobierno se vio obligado a desmentirlos oficialmente.
La ex ministra socialista Martine Aubry afirm¨®, en un art¨ªculo publicado por Le Monde, que Jupp¨¦ se hab¨ªa convertido en un obst¨¢culo para la resoluci¨®n de la crisis social, mientras numerosos diputados conservadores segu¨ªan el ejemplo de ?douard Balladur, Philippe S¨¦guin y Charles Pasqua y tomaban distancias respecto a su presunto l¨ªder.
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