Ajedrez y aceite
La reacci¨®n de Rentero a la crisis abierta por las misivas cruzadas fue peculiar: "Kasp¨¢rov es mi amigo, pero si no juega el torneo disolver¨¦ la sociedad que he formado con ¨¦l para vender aceite de oliva; el producto tendr¨¢ dos nombres merciales, Linares en Espa?a y Kasp¨¢rov en el resto del mndo".Aunque sin Kasp¨¢rov y Kamki el torneo dejar¨ªa de ser el m¨¢s importante de la historia, Rentero no estaba ispuesto a ceder a las presiones y confiaba en contar con ambos cuando pasase la borrasca.
Sin embargo, el berrinche de Kasp¨¢rov tras la dimisi¨®n de su aliado, Florencio Campomanes, como presidente de la FIDE, y el posterior pacto del filipino con K¨¢rpov, salpic¨® a Linares. En una conversaci¨®n con EL PA?S,Kasp¨¢rov anuncio que no jugara en la ciudad jiennense: "Rentero no me ha defendido de las graves acusaciones de K¨¢rpov y Kamski. No es la primera vez que esto ocurre, y ya estoy harto".
Rentero, irritado y deprimido porque la actitud de Kasp¨¢rov es un torpedo en la l¨ªnea de flotaci¨®n de los acuerdos casi cerrados con los patrocinadores, volvi¨® a reaccionar de forma dr¨¢stica: "La postura de Kasp¨¢rov es una impertinencia. Yo no tengo por qu¨¦ defenderle ni entrar en las guerra entre ¨¦l, y K¨¢rpov. Estoy harto de que sus balas me pillen a m¨ª en el medio, y he decidido romper todas mis vinculaciones con el ajedrez".
Ese anuncio de Rentero, reci¨¦n nombrado miembro del honor de la FIDE por su hiperactividad organizativa, ha causado conmoci¨®n entre la ¨¦lite. Beliavski y Artur Yus¨²pov le han enviado sendas cartas en las que adem¨¢s de elogiarle y lamentar "profundamente" la actitud de Kasp¨¢rov, K¨¢rpov y Kamski, atribuyen a ¨¦sta un efecto "devastador". Yus¨²pov a?ade:' "Creo que los tres pretenden controlar cualquier torneo independiente. Y si no pueden controlarlo, intentan destruirlo".
Esas frases de Yus¨²pov reflejan la opini¨®n general. Las constantes refriegas entre Kasp¨¢rov y K¨¢rpov ponen en una situaci¨®n muy inc¨®moda a los organizadores, presionados para que los jugadores invitados a cada torneo sean del agrado de uno y otro. Rentero no se somete, y paga las consecuencias.
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