Gobierno y PSOE defienden que un 'peso pesado' socialista dirija Exteriores

Javier Solana no tiene todav¨ªa sustituto, pero una serie de indicios apuntan a que ser¨¢, probablemente, un peso pesado del PSOE el que se har¨¢ cargo del Ministerio de Asuntos Exteriores a partir de la semana pr¨®xima, cuando su actual titular viaje a Bruselas para asumir la Secretar¨ªa General de la OTAN, seg¨²n indican fuentes de dentro y fuera de la Administraci¨®n.Dedicado casi de lleno a la preparaci¨®n del Consejo Europeo de Madrid del pr¨®ximo fin de semana, el presidente Felipe Gonz¨¢lez no ha tenido todav¨ªa tiempo para reflexionar a fondo sobre a qui¨¦n nombrar¨¢ al frente de la diplomacia espa?ola hasta principios de la primavera.

Gonz¨¢lez almorz¨® ayer con Solana y con algunos de sus colaboradores, pero la conversaci¨®n vers¨® casi exclusivamente sobre la cumbre. madrile?a (15 y 16 de diciembre) que el jefe del Gobierno est¨¢ empe?ado en que sea todo un ¨¦xito. En su entorno se cree que tomar¨¢ la decisi¨®n el pr¨®ximo domingo y la anunciar¨¢ el lunes a la ejecutiva de su partido.

Los diplom¨¢ticos desean que sea uno de ellos el nuevo ministro, y muchos tienen la vista puesta en Carlos Westendorp, secretario de Estado para la Uni¨®n Europea (UE), que supondr¨ªa una soluci¨®n de continuidad. Westendorp, diplom¨¢tico de carrera, es un gran conocedor de la integraci¨®n comunitaria, el tema central de la pol¨ªtica exterior espa?ola.

En los pasillos del palacio de Santa Cruz, la sede del ministerio, se barajan otros nombres como los de los embajadores ante la ONU, Juan Antonio Y¨¢?ez, o en Par¨ªs, M¨¢ximo Cajal, pero sin que nadie los tome muy en serio.

Responsables socialistas y miembros del Ejecutivo consideran que uno de los principales ¨¦xitos del Gobierno ha sido su pol¨ªtica exterior y, aunque sea un tema arduo, abogan por rentabilizarlo en la campa?a electoral. Para ello es necesario identificar esa pol¨ªtica con una figura, que no puede ser la de un funcionario, por muy alto que sea.

Dan adem¨¢s otros argumentos para optar por un dirigente socialista. El titular de Exteriores es, probablemente, el miembro del Gobierno que sale con m¨¢s frecuencia en los medios de comunicaci¨®n. De ah¨ª que poner esa cartera en manos de un peso pesado del PSOE sea una oportunidad de darlo a conocer al tiempo que, a trav¨¦s de ¨¦l, se d¨¦ a la opini¨®n p¨²blica un mensaje positivo sobre la labor del Ejecutivo y del partido.

Otra raz¨®n esgrimida es que nombrar a un funcionario equivaldr¨ªa a dar una impresi¨®n de provisionalidad cuando se quiere trasmitir la sensaci¨®n de gobernar hasta el ¨²ltimo momento y se espera incluso seguir haci¨¦ndolo despu¨¦s de la cita electoral.

La gran afici¨®n de Gonz¨¢lez por la pol¨ªtica exterior le ha incitado a nombrar en ese cargo, desde hace diez a?os, a personas de su m¨¢xima confianza. Este es un motivo adicional para que opte por uno de sus correligionarios.

Los nombres que m¨¢s circulan en Exteriores y en el partido son los de Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall, ex ministro de Educaci¨®n, y, sobre todo, Joaqu¨ªn Almunia, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, que se quedar¨¢ sin trabajo cuando en enero sean disueltas las Cortes. Raimon Obiols y Enrique Bar¨®n parecen descartados.