Los Quince tratar¨¢n de marcar el ritmo de la ampliaci¨®n hacia los pa¨ªses del Este europeo
La ampliaci¨®n de la Uni¨®n Europea (UE) a los pa¨ªses del Este no est¨¢ formalmente en la agenda de los Quince, pero acaparar¨¢ la atenci¨®n de los jefes de Estado o de Gobierno en la cena de ma?ana en Madrid. Felipe Gonz¨¢lez, presidente del Gobierno espa?ol, quiere que del encuentro, salga, al menos, una fecha relativamente precisa para el inicio de las negociaciones de adhesi¨®n. Seis meses despu¨¦s de que acabe la Conferencia Intergubernamental (CIG) parece el momento. adecuado. Muchos ser¨¢n los llamados, pero no es seguro que todos sean elegidos en un primer momento.
La ampliaci¨®n al Este es uno de los grandes retos de futuro de la Uni¨®n; pero los ¨¢rdores ampliacionistas de hace apenas dos a?os se han ido trastocando en materialista prudencia. S¨®lo el Reino Unido y los pa¨ªses n¨®rdicos parecen estar ya a favor de la ampliaci¨®n por la ampliaci¨®n. Alemania ha comprendido en carne propia que el tr¨¢nsito de estos pa¨ªses a la econom¨ªa de mercado no es f¨¢cil, y el ejemplo de las dificultades de la unificaci¨®n est¨¢ demasiado cercano. La mayor¨ªa cree ya que la ampliaci¨®n no puede ser efectiva hasta que los Quince acaben la reforma institucional que empezar¨¢ a negociarse en 1996. Y hasta que no se hayan empezado a madurar las dos grandes reformas posteriores: la de la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC) y la de los fondos estructurales.La ampliaci¨®n sigue siendo un gesto pol¨ªtico imprescindible de la Uni¨®n hacia los que fueron sat¨¦lites de la antigua URSS, pero gana cr¨¦dito la idea de que no puede hacerse a cualquier precio. La Comisi¨®n Europea, que tiene una gran capacidad de decisi¨®n inicial al ser necesario su dictamen favorable antes de empezar cualquier negociaci¨®n, ya ha hecho saber por boca de su presidente, Jacques Santer, que quiere primero examinar al dedillo la situaci¨®n real de las econom¨ªas de los candidatos.
El precio a pagar
"La ampliaci¨®n tendr¨¢ costes, y ¨¦stos no pueden ser, pagados ni en contra de los pa¨ªses de la cohesi¨®n ni por la PAC", sostiene Santer. Algunos pa¨ªses, anta?o entusiastas de la ampliaci¨®n, alertan ahora sobre los riesgos de que ¨¦sta pueda romper el mercado interior., Es, por ejemplo, la situaci¨®n de Holanda, un pa¨ªs peque?o pero con una econom¨ªa fuerte, que puede ver reducida su influencia pol¨ªtica en una Uni¨®n con 25 miembros y perder mercado si los nuevos socios no respetan las normas comunitarias.
Espa?a ha sido, tradicionalmente. defensora del "primero profundizar, luego ampliar". Felipe,Gonz¨¢lez ha cambiado el mensaje aparente, aunque, conservando el fondo. Ahora defiende una ampliaci¨®n r¨¢pida, pero con largos periodos transitorios. Ello permitir¨ªa salvar el imperativo pol¨ªtico-moral de acoger al Este, pero mantendr¨ªa todas las dem¨¢s exigencias espa?olas: adaptaci¨®n previa de los nuevos miembros al mercado ¨²nico, para el que han de reducir al m¨ªnimo la presencia del Estado en la econom¨ªa, y la garant¨ªa de que afecte a las pol¨ªticas estructurales que benefician a los cuatro pobres (Espa?a, Portugal, Irlanda y Grecia). Una integraci¨®n real lenta permitir¨ªa extender en el tiempo los costes en t¨¦rminos. de fondos estructurales que requerir¨¢n los nuevos. socios.Alemania, como Espa?a, quiere una ampliaci¨®n que en la pr¨¢ctica sea relativamente lenta y que respete la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n. Pero Helmuth Kohl vislumbra ya una serie de pa¨ªses en condiciones de adherirse: la Rep¨²blica Checa, Hungr¨ªa y Polonia ("pa¨ªses que forman parte de a cultura europea tanto como Francia o Italia, o como Alemania o Espa?a", ha afirmado el canciller), y quiz¨¢ tambi¨¦n Eslovaquia,y Eslovenia.
A ¨¦sos se han de unir Malta y Chipre, para los que ya est¨¢ decidido que el arranque de las negociaciones ser¨¢ seis meses despu¨¦s de la reforma del Tratado de Maastricht. Los n¨®rdicos quieren incluir en ese paquete a los tres b¨¢lticos (Estonia, Letonia y Lituania), lo que dejar¨ªa fuera de la negociaci¨®n a Bulgaria y Rumania, algo poco probable por razones de estabilidad.
En la sala de espera del siglo XXI quedan pa¨ªses que no est¨¢n en la lista de candidatos, pero, pueden empezar a estarlo a medio o largo plazo: Bosnia, Croacia, Yugoslavia. (Serbia y Montenegro), Macedonia, Turqu¨ªa....
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