El Glison sufre una cornada grave

Entre la aberrante heterodoxia de El Glison y de El Cordob¨¦s, el morbo del p¨²blico y el viento que sopl¨® con fuerza a partir del tercer toro, el cacareado mano a mano termin¨® en pachanga. Pero es importante distinguir entre los osados que carecen de t¨¦cnicas y los que, conociendo el oficio, obran aqu¨ª para tratar de triunfar. En la primera clasificaci¨®n est¨¢ El Glison, que se llev¨® su vig¨¦simo novena cornada -adem¨¢s de las 13 fracturas que ha recibido- en sus cinco a?os de actuaci¨®n; en la segunda est¨¢ el temerario y carism¨¢tico Cordob¨¦s.Despu¨¦s del pase¨ªllo a invitaci¨®n de la autoridad, la concurrencia se puso de pie y tribut¨® una prolongada ovaci¨®n a la memoria del periodista taurino Vicente Zabala. Al bravo que abri¨® plaza -aplaudido en el arrastre- El Glison s¨®lo pudo darle capotazos de tanteo. Con la pa?osa no pudo dominar el empuje de la fiera y abus¨® de antiest¨¦ticos parones al simular derechazos. Al ejecutar un remedo de lacernista fue arrollado, pero el oportuno quite de su pe¨®n lo salv¨® del percance. Entre las r¨¢fagas del viento que hac¨ªan ondear su franela y las nobles embestidas del tercer ejemplar, que ped¨ªan que lo torearan con temple, El Glison s¨®lo pudo dar trapazos al instrumentar un muletazo por alto el corn¨²peta -aplaudido en el arrastre-, lo cogi¨® y le infiri¨® una grave cornada. (Seg¨²n el parte m¨¦dico, el asta entr¨® por la superficie anterior del muslo derecho hacia el flanco izquierdo del abdomen, con una extensi¨®n de 30 cent¨ªmetros. Lesiona piel, tejido celular subcut¨¢neo, m¨²sculos recto anterior y piramidal del abdomen. Dos cent¨ªmetros por abajo del orificio de entrada de la anterior, presenta otra herida de trayectoria transversal y de cinco cent¨ªmetros, que afecta piel y m¨²sculos).

Al fijo segundo El Cordob¨¦s lo veronique¨® r¨ªtmicamente. Trasteando por alto inici¨® su quehacer y fue hasta el final el mismo que acert¨® a darle la distancia id¨®nea al aplomado animal y a base de un heroico aguante logr¨® una emotiva faena. Despach¨® al oponente de un limpio volapi¨¦. El madrile?o luch¨® contra el aire que lo descubr¨ªa y con lo distra¨ªdo del cuarto bicho, que tumb¨® aparatosamente a Angel Ju¨¢rez (padre), quien cay¨® debajo de su cabalgadura. El diestro aburri¨® por sus vulgares acciones con el trapo rojo. En sustituci¨®n de El Glison tuvo que lidiar el quinto astado y recurri¨® a las chabacanas "raneras".