"El problema de las grandes ciudades es el exceso de consumo"
John Felix Celecia (Buenos Aires, 1935) tiene a sus espaldas casi 30 a?os de experiencia como consultor ambiental de la UNESCO, organizaci¨®n internacional en la que ha participado en el lanzamiento y seguimiento del programa Hombre y biosfera. Est¨¢ considerado tambi¨¦n como uno de los pioneros mundiales en el estudio de las ciudades como sistemas ecol¨®gicos.Pregunta. M¨¢s all¨¢ de las peculiaridades locales, ?cu¨¢l cree usted que son los problemas ambientales b¨¢sicos de las ciudades occidentales?
Respuesta. Todos los problemas ecol¨®gicos de las ciudades europeas y norteamericanas se pueden resumir en uno: el exceso de producci¨®n y de consumo de energ¨ªa y materiales.
P. ?Una reducci¨®n del consumo no afectar¨ªa a nuestra calidad de vida?
R. Mire, cualquier observador atento de la realidad urbana se puede dar cuenta del uso pretencioso que se hace de la expresi¨®n calidad de vida. Cuando en Par¨ªs o en Barcelona cientos de miles de personas al volante de sus veh¨ªculos participan d¨ªa tras d¨ªa en los habituales atascos matutinos, uno se da cuenta de que algo no marcha y de que, por tanto, la reducci¨®n del consumo de energ¨ªa, por ejemplo, poco tiene que ver con nuestra verdadera calidad de vida.
P. Otro de los problemas de las ciudades es el de qu¨¦ hacer con las ingentes cantidades de residuos que producen cada d¨ªa. ?La incineraci¨®n puede ser considerada como un tratamiento ecol¨®gicamente adecuado?
R. Por mucho que se perfeccione su tecnolog¨ªa, la incineraci¨®n no puede acabar de solucionar el problema de los residuos. Por eso, habr¨ªa que apostar prioritariamente por reducir la producci¨®n de basuras.
P. La Cumbre de la Tierra de R¨ªo, en 1992, puso en la agenda pol¨ªtica mundial la idea del desarrollo sostenible. ?Esta nueva filosof¨ªa est¨¢ ya en marcha?
R. Realmente, se trata de un concepto muy bonito del que se habla mucho pero todav¨ªa se aplica poco.
P. ?Hay que ser entonces pesimista sobre el futuro que nos aguarda?
R. No, yo soy optimista, porque aunque la velocidad de la degradaci¨®n ambiental lleva un ritmo mucho m¨¢s acelerado que la aplicaci¨®n de las soluciones, hay que pensar que pasar del desarrollo no sostenible al sostenible implica introducir nuevos enfoques econ¨®mico-sociales y cambios en las tecnolog¨ªas y en el uso de los recursos. Y ello, no nos enga?emos, lleva su tiempo. Adem¨¢s, en los ¨²ltimos a?os hay que reconocer que ha aumentado la conciencia de la sociedad y de sus dirigentes sobre la gravedad de la crisis ambiental que padecemos.
P. ?Cu¨¢l ser¨ªa la clave para acelerar este proceso de transici¨®n?
R. Sin duda, caer en la cuenta de que es necesario reconciliar la econom¨ªa con la ecolog¨ªa, lo p¨²blico con lo privado y la ciudad con su entorno natural. Para ello tiene que haber m¨¢s di¨¢logo entre todos los actores implicados: la sociedad, los pol¨ªticos, los cient¨ªficos y la industria.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.