Una juez obliga a una pareja a turnarse para vivir en la casa familiar con sus tres hijas

Las tres hijas de un matrimonio separado de un pueblo de la isla de Mallorca, que tienen 17, 14 y 8 a?os de edad respectivamente, habitar¨¢n de manera continuada en la vivienda familiar mientras que su padre y su madre deber¨¢n alternarse cada mes en su guarda y custodia, que ser¨¢ compartida. La juez Carmen Frigola, de Manacor, autora de la sentencia de separaci¨®n, cree que "para dichas menores es el sistema m¨¢s beneficioso".La juez determin¨® el pasado 17 de noviembre los t¨¦rminos que regulan la separaci¨®n de esta pareja y se establece que cada uno de los ex c¨®nyuges ocupar¨¢ por un periodo de 30 d¨ªas el domilicio para convivir con las hijas y costear¨¢ los gastos del mes, excepto aquellos que sean "fijos o extraordinarios", que ser¨¢n pagados al 50%. La mujer, Carme B.R., profesora de EGB, ha recurrido la sentencia porque cree que el sistema perjudica a las ni?as. "En realidad es como si no nos hubi¨¦ramos separado", dice. "Estoy, adem¨¢s, en desventaja ante la s¨®lida posici¨®n econ¨®mica de mi ex marido". Carme B. R. reclamaba la custodia plena y una ayuda mensual de 150.000 pesetas.

El marido, Jaume T. D., profesor de instituto, que vive en ¨¦l piso inferior del antiguo domicilio conyugal, consigui¨® que la juez reconociera en parte sus tesis alternativas y las tres hijas est¨¢n de acuerdo con la decisi¨®n judicial. As¨ª lo expresaron, seg¨²n el auto, al ser exploradas por los peritos judiciales y la juez despu¨¦s de m¨¢s de un a?o en periodo provisional de este sistema.