Alan Parker prepara el rodaje argentino de 'Evita'
Madonna, Jonathan Price y Antonio Banderas interpretar¨¢n la pel¨ªcula
Telef¨®nica de Argentina, controlada por la Telef¨®nica espa?ola, recibi¨® un inusual pedido: "?Ser¨ªan tan amables de retirar las cabinas de plaza de Mayo?". Cursaban la solicitud los hombres del cineasta brit¨¢nico Alan Parker, que se encuentra en Argentina preparando el rodaje de Evita, pel¨ªcula sobre la esposa de extinto caudillo Juan Domingo Per¨®n, una verdadera santa para los descamisados. La Telef¨®nica, con beneficios anuales superiores a los 400 millones de d¨®lares (40.800 millones de pesetas) y una buena imagen p¨²blica, ofreci¨® cabinas de ¨¦poca al director de Fama y El expreso de medianoche.
La hist¨®rica plaza de Mayo de Buenos Aires, algunas de cuyas balconadas ser¨¢n reproducidas en Budapest, conoci¨® de grandezas y ¨¦picas burradas, y, por tanto, constituir¨¢ uno de los escenarios principales del filme sobre la primera dama, profundamente odiada por la burgues¨ªa m¨¢s perjudicada por las pol¨ªticas del peronismo nacionalizador y populista. "Mi chinita querida", llamaba el general a quien se nombraba como comunista, cabaretera o puta en los cuartos de banderas opositores y saraos de la aristocracia de ringorrangos, babeante con el ripio anglosaj¨®n y extasiada en la permanente evocaci¨®n de sus maravillosos fines de semana alpinos.La cantante estadounidense Madonna, -cuya desverg¨¹enza casa con el inconoclasta comportamiento de la leyenda llevada al celuloide, encarnar¨¢ a Eva Duarte; el brit¨¢nico Jonathan Price, aplaudido por su papel de escritor homosexual en Carrington, ser¨¢ el general Per¨®n, y el espa?ol Antonio Banderas dar¨¢ vida al guerrillero Ernesto Che Guevara, un poco descafeinado para no molestar.
La versi¨®n cinematogr¨¢fica de la ¨®pera rock de Tim Rice y Andrew Lloyd Weber se rodar¨¢ en la capital argentina, en las poblaciones Chivilcoy, Los Toldos y Jun¨ªn, y en la capital h¨²ngara, ciudad apropiada para reconstruir sin gran esfuerzo el paisaje urbano de los a?os cuarenta y, sobre todo, mucho m¨¢s barata que la disparatada Buenos Aires. Es improbable el rodaje aqu¨ª de la apoteosis de Casa Rosada, en cuyo balc¨®n Eva canta No llores por m¨ª Argentina; todo apunta a su resurrecci¨®n en un decorado de Budapest.
Parker, que recorri¨® el mercado de Linier, donde se faena ganado vacuno; el colegio cat¨®lico Don Bosco, y los barrios de Retiro y La Boca, entre otros lugares de Buenos Aires, se acompa?¨® por un equipo de 11 personas, al que se sumar¨¢n otras 80 en el mes de rodaje, a partir del pr¨®ximo d¨ªa 29, para despu¨¦s desplazarse todos al este europeo. El 16 llegar¨¢ Madonna, en su segunda visita desde 1993.
La ¨®pera inspiradora de la pel¨ªcula en ciernes, que abarcar¨¢ los 33 a?os de vida de Eva Duarte (1919-1952), nunca se represent¨® en Argentina, pero espant¨® a los dirigentes peronistas que la escrutaron en el extranjero. Calentado por el fundamentalismo criollo, tambi¨¦n el presidente Carlos Menem se declar¨® indignado, aunque acept¨® reunirse con Parker durante el viaje anterior del cinesta dispuesto a revivir la insurgente peripecia de la segunda esposa del tres veces dictador o presidente Juan Domingo Per¨®n(1946-1952, 1952-1955 y 1973-1974). Conciliador para evitar la patota, Parker prometi¨® honestidad y equilibrio, ni peronismo, ni antiperonismo. El primer director de la pel¨ªcula, Oliver Stone condenado por el peronismo, renunci¨® al proyecto aduciendo problemas econ¨®micos. Parker adivina otras causas: "No tiene nada que ver con el dinero, sospecho que podr¨ªa haberla hecho con menos de 50 millones de d¨®lares. Creo que se acobard¨®". Tampoco Parker quiere problemas y solt¨® lastre. El Che no llevar¨¢ barbas ni uniforme, como en la ¨®pera, ni actuar¨¢ como fiero par revolucionario de la Eva montonera: ser¨¢ "un argentino com¨²n comprometido con la historia"', en una transformaci¨®n que parece haber apaciguado a los jefes militares encargados de autorizar el rodaje de varias escenas en establecimientos castrenses.
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