Victoria aplastante de Arafat en un voto hist¨®rico
Un despliegue israel¨ª de 4.000 polic¨ªas paraliz¨® el sector ¨¢rabe de Jerusal¨¦n
Yasir Arafat, l¨ªder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), obtuvo una victoria aplastante en el primer contacto de los palestinos con la democracia. Los resultados provisionales de las elecciones arrojaron anoche el triunfo del veterano ex guerrillero, de 67 a?os, por el 88% de los sufragios emitidos, frente a un 12% de su rival, Samiha Halil. Sus adversarios isl¨¢micos e izquierdistas sufrieron, adem¨¢s, el estrepitoso fracaso del boicoteo promovido. "Hoy [por ayer] hemos puesto los cimientos de nuestro Estado", declar¨® un Arafat euf¨®rico al depositar la papeleta del voto en su colegio electoral de la ciudad de Gaza. Los palestinos fueron acompa?ados de un sol espl¨¦ndido, despu¨¦s de tres d¨ªas de lluvia, en su hist¨®rica cita con las urnas.
La jornada se caracteriz¨® por la normalidad, aunque se produjeron algunos incidentes aislados en Hebr¨®n, Gaza y Jerusal¨¦n. Lo participaci¨®n lleg¨® al 93% en Gaza, al 70% en Cisjordania y si en Jerusal¨¦n Este no rebas¨® el 50% fue, seg¨²n los observadores internacionales y la organizaci¨®n israel¨ª de defensa de los derechos humanos Betselem, "debido a las trabas que pusieron las autoridades israel¨ªes a los votantes"."Ha votado un n¨²mero mayor de lo que esper¨¢bamos", asegur¨® poco antes del cierre de los colegios el presidente de la Comisi¨®n Electoral, Majmud Abas. Las urnas de los 1.696 colegios electorales distribuidos en Gaza, Cisjordania y Jerusal¨¦n oriental fueron abiertas anoche en presencia de los 690 observadores internacionales coordinados por la Uni¨®n Europea.
Hoy se conocer¨¢n los resultados definitivos- de los comicios para elegir a Arafat como el primer presidente de la autonom¨ªa Palestina y a un d¨®cil consejo legislativo de 88 miembros. Anoche, Arafat hizo realidad su viejo sue?o: un control general y un mandato democr¨¢tico.
Contrariamente a muchos pron¨®sticos, las elecciones se celebraron sin mayores incidentes y uno de los primeros en felicitar al l¨ªder palestino fue el propio Gobierno israel¨ª, su socio en el hist¨®rico proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo iniciado en Madrid en 1991 y sellado en Washington dos a?os mas tarde.
Arafat, que obtuvo el mandato un¨¢nime para gobernar en las ¨¢reas aut¨®nomas de Gaza y Cisjordania y que ahora deber¨¢ encarrilar una serie de negociaciones con miras a obtener una "soluci¨®n permanente" del espinoso conflicto palestino-israel¨ª, acudi¨® temprano a votar en una circunscripci¨®n de. Gaza. Rodeado de un impresionante aparato de seguridad y acosado por fot¨®grafos de todo el mundo, el l¨ªder palestino estuvo a punto de perder su tradicional kuf¨ªa blanquinegra en el tumulto.
"Una nueva era"
"Este es el inicio de una nueva era. Se trata de las primeras elecciones presidenciales y legislativas del pueblo palestino. Con es tas elecciones hemos puesto los cimientos de nuestro Estado palestino", declar¨® Arafat en me dio de aplausos de sus compa?eros de urna y de los votantes que aguardaban depositar tambi¨¦n su papeleta.El ambiente festivo que se registr¨® en Gaza y. otras ciudades palestinas contrast¨® dr¨¢sticamente con la atm¨®sfera de tensi¨®n en Jerusal¨¦n oriental y la hostilidad que se respiraba en Jen¨ªn, el pueblo cisjordano donde se celebraron los funerales de los tres militantes isl¨¢micos del movimiento Ham¨¢s abatidos el viernes pasado por soldados israel¨ªes. Los funerales se convirtieron en tribuna de los sentimientos mas agresivos hacia el Estado de Israel. "Haremos saltar Tel Aviv por los aires", fue la amenaza coreada por la multitud congregada en Jen¨ªn.
En Jerusal¨¦n, el formidable despliegue policial israel¨ª paraliz¨® virtualmente el sector ¨¢rabe. M¨¢s de 4.000 polic¨ªas en estado de alerta mantuvieron Jerusal¨¦n oriental bajo una extraordinaria vigilancia que actu¨® como elemento disuasivo para muchos electores.
"?Ha estallado otra guerra?", se pregunt¨® con sarcasmo Mohamed Srit¨¦, un banquero jubilado que tuvo, que cruzar siete controles policiales en el recorrido de menos de un kil¨®metro entre su casa y el colegio electoral donde deb¨ªa votar, establecido en las oficinas de correos de la calle Salahad¨ªn.
El ex presidente norteamericano Jimmy Carter, una de las figuras m¨¢s visibles de la legi¨®n de observadores extranjeros, denunci¨® las t¨¢cticas policiales como maniobras de intimidaci¨®n y cit¨® espec¨ªficamente el caso de polic¨ªas israel¨ªes que, c¨¢mara de v¨ªdeo en mano, fotografiaban a los electores en varios colegios electorales. Pregunt¨® a los polic¨ªas y le respondieron que era para evitar incidentes. Carter les dijo que no le gustaba nada y que deb¨ªan cesar la toma de im¨¢genes.
Si los opositores de Arafat confiaban realmente en el triunfo del abstencionismo debieron llevarse un fiasco. En muchos centros de votaci¨®n, militantes de Ham¨¢s hac¨ªan cola para depositar su sufragio, no obstante las ¨®rdenes de sus l¨ªderes de abstenerse para demostrar as¨ª su repudio a la pol¨ªtica pacifista de Yasir Arafat.
El m¨¢s clamoroso ejemplo de la fragilidad de la oposici¨®n la di¨® Riyad Malki, miembro del marxista Frente Popular para la Liberaci¨®n de Palestina (FPLP), que encabeza desde el exilio en Siria el anciano m¨¦dico George Habash. Cuando Malki acudi¨® a votar en Ramala, dijo: "Mi presencia aqu¨ª demuestra que mi fe en Palestina es m¨¢s fuerte que mi militancia en el FPLP".
Era un argumento contagioso de cuya validez se encarg¨® de atestiguar la mayor¨ªa de los refugiados palestinos. En el paup¨¦rrimo campo de Dajaishe, entre Bel¨¦n y Hebr¨®n, un ingeniero de 45 a?os llamado Mohamed Sharia dijo: "No estoy del todo de acuerdo con lo que Yasir Arafat dice o hace. Tampoco me parece, que est¨¢ haciendo mucho por los refugiados palestinos, pero he votado por ¨¦l. Es que no hay otra alternativa digna de cr¨¦dito y en este momento los palestinos debemos demostrar unidad y apoyo al l¨ªder de nuestro pueblo".
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