Las verdades de un luchador

La suya es una lucha solitaria. Contra el tiempo y contra su pierna. Lleva meses de pesadilla, de sufrir en silencio, de buscar soluciones, de imaginarse haciendo lo ¨²nico que le interesa en esta vida: ir tan deprisa como pueda en una moto de carreras. Alberto Puig prosigue su recuperaci¨®n entre vaivenes, pero ya ve luz al final del t¨²nel. "S¨¦ que volver¨¦ a ser el de antes", dice.Un d¨ªa le abrasan las dudas y al siguiente quiere entrenarse como un poseso. De repente se le hunde el mundo y al poco sabe que volver¨¢ a visitar un podio. Y sus interrogantes los traslada a su entorno, a su equipo, a sus fieles. ?Qu¨¦ va a ser de Puig?No hay respuesta todav¨ªa. No para gritarla al viento, pero en su interior Alberto sabe que volver¨¢ a correr grandes premios, a pelear por ganarlos. Y lo har¨¢ este a?o, cuando el Mundial arranque el 31 de marzo.

Pocos conocen como Puig lo que significa sacrificarse. ?l lleva a?os haci¨¦ndolo, pero esta vez se ha superado. Ha pasado toda la Navidad en Estados Unidos para que le remendaran la pierna izquierda, lesionada en aquel terrible accidente de Le Mans en julio pasado. A su regreso, hace unos d¨ªas, se mostr¨® pesimista, pero ahora se da cuenta otra vez de que est¨¢ en el buen camino.

Puig espera esta semana dejar de convivir con el yeso pl¨¢stico que cubre su pierna izquierda desde que regres¨® de la prestigiosa cl¨ªnica Mayo. Ser¨¢ la se?al de que puede comenzar la siguiente etapa de su recuperaci¨®n, la que debe conducirle a estar en forma para la primera cita del Mundial.

"Llevo seis meses sin hacer deporte", cuenta Puig, "y ahora lo que quiero, por encima de todo, es empezar a entrenarme y recuperar el tono fisico". Su objetivo inmediato, en cuanto le retiren la protecci¨®n de la pierna, es encerrarse en el gimnasio con su preparador y machacarse hasta volver a ser un toro capaz de triunfar encima de su moto.

La mirada de Puig est¨¢ puesta en el circuito de Sentul (Indonesia), donde piensa reencontrarse con su compa?era de fatigas, con la Honda NSR 500 del equipo de Sito Pons. All¨ª est¨¢n previstos, la primera semana de febrero, unos entrenamientos a los que el piloto barcelon¨¦s quiere asistir.

Su gente tambi¨¦n ha dispuesto trasladarse la semana anterior a Malaisia, pero Puig dif¨ªcilmente podr¨¢ estar en esos ensayos. Ser¨¢ su colega Carles Checa el ¨²nico encargado de poner la moto a punto. "Tengo muchas ganas, nadie lo imagina, pero no quiero precipitarme y estropearlo. Si he podido esperar hasta ahora...", dice Puig.

Alberto sabe que su calvario no ha concluido, que tendr¨¢ que volver al quir¨®fano, pero piensa estar listo cuando empiece el Mundial. Aunque acaba de cumplir 29 a?os, el vencedor del ¨²ltimo Gran Premio de Espa?a tiene que volver a aprender. Por culpa de su lesi¨®n ha perdido fuerza en la pierna izquierda y a¨²n le falta sensibilidad en el pie.

Ha tenido que modificar los mandos de su moto: el freno trasero est¨¢ ahora en el manillar y el cambio lo accionara con el pie derecho. Tambi¨¦n necesitar¨¢ una bota especial, con unos topes para fijarla en la estribera, que servir¨¢ para paliar su falta de tacto en el pie. Todo un mundo nuevo al que se tendr¨¢ que habituar. "No va a ser f¨¢cil, pero estoy convencido de que saldr¨¦ adelante, de que seguir¨¦ siendo r¨¢pido y competitivo. Que nadie lo dude", sentencia Puig.