El Espanyol se agarra a la suerte

Cualquier afici¨®n cuando tiene un partido complicado ante un dif¨ªcil rival sue?a con esa t¨ªpica frase de ganar aunque sea de penalti y en el ¨²ltimo minuto. La Uni¨®n Deportiva Salamanca ten¨ªa ayer esa posibilidad, pero no supo aprovecharla al disparar Jandri y adivinarle la intenci¨®n el cancerbero Toni. Lo de que el partido era complicado era un hecho y el Salamanca pudo haberlo saldado para bien si la pena m¨¢xima hubiera entrado, pero la mala suerte de Jandri o el acierto de Toni vino a corroborar que los sue?os sue?os son.En el primer tiempo, y durante los primeros minutos el Espanyol demostr¨® por qu¨¦ est¨¢ clasificado en los primeros puestos. En contra de lo que es habitual en el estadio Helm¨¢ntico no era el cuadro local el que m¨¢s atacaba, sino el visitante. Rozando el minuto 20 llegaba el primer gol del Salamanca, a ra¨ªz de una buena jugada de Iturrino que remachaba Medina. Los de Camacho, sin embargo, pusieron cerco a la porter¨ªa unionista y si no marcaron fue por el citado mal estado del terreno de juego y tambi¨¦n, por qu¨¦ no, por el acierto de la defensa charra.

En la segunda mitad, el Espanyol volv¨ªa a la carga -fuerte salida de los de Camacho- que tuvo su premio en el gol del empate. Corr¨ªa el minuto 7, cuando Arteaga de cabeza y despu¨¦s de un rechace mandaba el bal¨®n al fondo de la porter¨ªa. Al contrario de lo que hab¨ªa sucedido con el gol unionista, ahora eran los charros los que parece que espoleados buscaban la porter¨ªa rival. En ese empuje unionista pudo estar la clave del partido, para bien y para mal, porque Urz¨¢iz en la mitad de la segunda parte se quedaba solo ante Aizpur¨²a, enviando el bal¨®n fuera de los tres palos. El Espanyol no acababa de dominar, pero tampoco el Salamanca sacaba fruto de ello. Los de Juan Manuel Lillo se fueron hacia arriba para intentar dar la vuelta a un marcador que volver¨ªan a poner a su favor pasada la media hora de juego, cuando Chemo del Solar, aut¨¦ntico basti¨®n salmantino ayer, aprovechaba un bal¨®n muerto en el ¨¢rea espa?olista para establecer el 2-1. El Helm¨¢ntico era una aut¨¦ntica fiesta, pero las alegr¨ªas nunca vienen solas y ¨¦sta va por barrios. Un minuto m¨¢s tarde visitaba el del Espanyol porque Pacheta establec¨ªa un segundo tanto que iba a resultar ya definitivo.