Suspendido en Bilbao el juicio de cinco polic¨ªas acusados de torturas al no comparecer tras ser citados s¨®lo un d¨ªa antes

Los cinco presuntos torturadores no comparecieron ante la Audiencia de Bilbao. Entre los acusados de haber agredido a dos miembros de la organizaci¨®n terrorista Iraultza (relacionada con la izquierda revolucionaria vasca) en febrero de 1984 se encuentra el entonces jefe de la Brigada de Informaci¨®n, Julio Hierro, procesado en el sumarlo de los GAL por el secuestro de Segundo Marey. Pese a que el juicio estaba fijado con m¨¢s de un mes de antelaci¨®n y se hallaban presentes los defensores y las restantes partes personadas, ni Hierro ni los dem¨¢s inculpados comparecieron. La secretar¨ªa de la Audiencia de Bilbao envi¨® a la Direcci¨®n General de Polic¨ªa en Madrid la citaci¨®n 24 horas antes de que comenzara la vista oral.En menos de tres meses, dos juicios por torturas -uno por hechos sucedidos en abril de 1987 y ¨¦ste de 1984- han tenido que ser suspendidos por problemas de procedimiento, tal y como denunciaba ayer Jone Goiricelaia, la abogada de la acusaci¨®n particular y parlamentaria de Herri Batasuna. (HB).

Los letrados abertzales aprovecharon la ocasi¨®n para hacer una interpretaci¨®n pol¨ªtica. As¨ª, Goiricelaia asegur¨® que tanto la desidia del tribunal con las citaciones como los recursos de nulidad presentados por la fiscal¨ªa y las defensas s¨®lo pretenden "dilatar en el tiempo" los procesos por presuntas torturas.

Goiricelaia opina que al "Estado espa?ol no le interesa que se produzcan condenas por torturas y que se cuestione una vez m¨¢s si se respetan o, no los derechos humanos y si el Estado espa?ol es realmente democr¨¢tico". Y menos en momentos como los actuales, cuando, record¨®, hay en juego extradiciones por parte del Gobierno belga para Luis Moreno y Raquel Garc¨ªa, presuntos colaboradores del comando Vizcaya de ETA.

El juicio que tuvo que suspenderse ayer por incomparencia de los acusados corre el riesgo de ser devuelto de nuevo al Juzgado de Instrucci¨®n, como ya pas¨® en la vista de mediados de noviembre pasado en el caso de los siete polic¨ªas que supuestamente torturaron en 1987 a cuatro terroristas del comando Iparralde.

Tanto la fiscal como las defensas entienden que se ha producido indefensi¨®n y vulneraci¨®n de derechos fundamentales, porque el Juzgado no notific¨® a la inmensa mayor¨ªa de los procesados en el auto de apertura del procedimiento abreviado de diciembre de 1991 su imputaci¨®n en la causa ni el relato de los hechos por los que se les acusaba.

El fiscal, en su calificaci¨®n, acusa a Hierro de agredir a los dos detenidos por su presunta pertenencia a lraultza, Jos¨¦ Ram¨®n Quintana y Pedro Otero, y de aplicarles electrodos. Seg¨²n su relato, "al llegar Pedro Otero a los calabozos, fue golpeado repetidamente en los test¨ªculos por Julio Hierro. Poco despu¨¦s fue encapuchado y le fueron aplicados electrodos durante varias horas en manos, cabeza y test¨ªculos, bajo las ¨®rdenes de Hierro".

El ministerio p¨²blico pide para Hierro m¨¢s de un a?o de arresto mayor y 12 a?os de inhabilitaci¨®n especial. Los otros cuatros acusados son los inspectores Paulino Navarro Gonz¨¢lez y Jes¨²s Esteban de la Morena y, los agentes Carlos El¨ªas y Pedro La¨ªz Gonz¨¢lez, ¨¦ste ya condenado por torturas en la Audiencia de Bilbao, seg¨²n Goiricelaia.