Un lugar de la historia europea
Con la ca¨ªda del muro y la reunificaci¨®n de la ciudad dividida se produjo en Berl¨ªn un fen¨®meno quiz¨¢ ¨²nico en la historia: la unidad de dos ciudades que hab¨ªan crecido durante d¨¦cadas pegadas una a la otra, donde se enfrentaban los dos grandes sistemas ideol¨®gicos del siglo XX: el capitalismo y el comunismo en su versi¨®n prusianoestalinista. Los dos Berlines quedaron unidos y convertidos en una metr¨®poli de 3,5 millones de habitantes llamada a ser la capital de la mayor potencia europea, Alemania, un pa¨ªs sobre el que pesa la carga de un pasado siniestro por los 12 a?os de barbarie nazi.Berl¨ªn, con apenas dos siglos de historia, ha sido escenario y tambi¨¦n caldo de cultivo de los grandes avatares de la historia, moderna europea. La arquitectura ha dejado plasmada de forma palpable esa historia en m¨²ltiples edificios que llevan la firma de cada ¨¦poca: desde el esplendor prusiano con los edificios del arquitecto Karl Friedrich Schinkel a los nazis o del estalinismo.
En el periodo de entreguerras, con la Rep¨²blica de Weimar, florecieron en Berl¨ªn los movimientos culturales m¨¢s progresistas. En arquitectura fue la hora de la Bauhaus fundada por Walter Gropius y luego disuelta en 1933 con la llegada al poder del nazismo, cuando el arquitecto Mies Van der Rohe era su director. Los delirios arquitect¨®nicos del f¨¹hrer Adolfo Hitler las puso en pr¨¢ctica su arquitecto de c¨¢mara Albert Speer. De la ¨¦poca nazi, a pesar de la destrucci¨®n por la guerra, todav¨ªa quedan huellas como el estadio Ol¨ªmpico, donde se celebraron los Juegos de 1936, el aeropuerto de Tempelhof y el antiguo Ministerio del Aire nazi, que precisamente sirvi¨® de sede para la Treuhand, el organismo encargado de administrar y privatizar el patrimonio de la desaparecida Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana y que represent¨® un papel decisivo en la venta de los gigantescos solares sobre los que ahora se construyen las grandes obras de Berl¨ªn.
Al final de la guerra Berl¨ªn queda dividido y en 1961 el muro sella de forma brutal esa divisi¨®n. Los dos Berlines han sido escaparates de los dos sistemas. En el Oeste se desarroll¨® una ciudad de corte occidental y americanizada, con un centro en torno a la avenida Kurf¨¹rsterdamm. En el Este se pone en pr¨¢ctica el urbanismo socialista: grandes bloques de construcci¨®n prefabricada, monumentos de corte estalinista y edificios p¨²blicos en zonas concebidas para mostrar al mundo la superioridad del sistema. La expresi¨®n m¨¢s palpable de esta intenci¨®n podr¨ªa ser la Alexanderplatz, centro de la vida urbana en el Este.
La ca¨ªda del muro desplaza y rompe las estructuras de Berl¨ªn, que pasar¨¢ en el futuro a disponer de otros centros de gravedad como pueda ser el de la zona del barrio gubernamental o en la Postdamerplatz, donde se instalar¨¢n las sedes de los grandes consorcios.
Babelia
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