El libro de 'Mistery man'
Existe una subdivisi¨®n o apartado en el g¨¦nero literario de: los libros pol¨ªticos que es el de los escritos de cara a una campa?a electoral. Cuando se inici¨® la transici¨®n abundaron las pildorillas program¨¢ticas escritas en un lenguaje de logormaquia indescifrable, en el caso, de la extrema izquierda, o de banalidad inconmensurable, en el de los grupos reformistas procedentes del r¨¦gimen pasa do. La decisiva elecci¨®n de 1982 estuvo precedida por dos libros consistentes en sendas, largas entrevistas con Fraga y con Felipe Gonz¨¢lez. Quiz¨¢ sea un signo de la evoluci¨®n reciente de la pol¨ªtica espa?ola el contenido de este libro, pro ducto ef¨ªmero, y no muy trascendente, pero indicativo del, momento en que vivimos.
Esta semana, The Economist ofrece un breve art¨ªculo acerca del dirigente del Partido Popular al que define como "el hombre del misterio". Se augura su pr¨®xima victoria y, adem¨¢s, por un margen confortable de votos, pero se duda con, respecto a la l¨ªnea que vaya a seguir en su pol¨ªtica, una vez que empiece a llevarla a cabo, desde el poder. No se teme de ¨¦l un regreso a los avernos de la reacci¨®n, como a veces pretenden los candidados del PSOE. Tampoco existe en el, art¨ªculo el m¨¢s leve indicio de que en medios europeos se: tema la ineptitud del presunto, presidente del Gobierno espa?ol, como asegura Gonz¨¢lez, describiendo as¨ª mucho m¨¢s la propia opini¨®n sobre su adversario que la de terceros. Lo que la redacci¨®n de The Economist percibe en Aznar y en su partido es una cierta disparidad de pol¨ªtica a realizar en las dos materias que interesan m¨¢s all¨¢, de nuestras fronteras, es decir, el grado de euroentusiasmo o europesimismo y la actitud ante la realidad econ¨®mica espa?ola, necesitada de un ajuste seg¨²n los redactores de esta importante revista brit¨¢nica.
Algunas pistas
Si hubieran le¨ªdo el libro de campa?a de Aznar que acaba de ser publicado habr¨ªan confirmado su opini¨®n. En realidad, en la mayor parte de sus p¨¢ginas hay muy poco del presidente del PP. Lo escrito por ¨¦l se limita a unas p¨¢ginas comentando sus propias fotos, numeros¨ªsimas y poco susceptibles a comentarios pol¨ªticos. Supongo que los ¨¢lbumes de fotos y la narraci¨®n de an¨¦cdotas como que el l¨ªder del centro-derecha ley¨® mucha poes¨ªa en la campa?a de 1993 puede excitar a un grupo de electores, pero deben ser pocos, aunque muy entusiastas.
La realidad es que la redacci¨®n del libro le ha correspondido a cuatro autores y no a Aznar o a su mujer. En vez de tratarse de una larga entrevista con quien tiene todas las posibilidades de convertirse en presidente de Gobierno, cuatro escritores, no muy identificados con la derecha cl¨¢sica espa?ola, ofrecen sus opiniones propias y retratan lo que ellos querr¨ªan encontrar en Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Curiosamente, en el perfil resultante los rasgos que parecen mejor captados del dirigente del Partido Popular son los que uno de estos cuatro autores cita como narrados por una quinta persona, miembro del partido socialista. Aznar aparece como un pol¨ªtico poco propicio a la alharaca, constante y tenaz, dotado para hacer una oposici¨®n dur¨ªsima, quiz¨¢ porque, por razones generacionales, no ha participado en la transici¨®n, y carente de sectarismo de partido. Uno de esos autores -Powell- se?ala el solapamiento de tendencias existentes en el PP en materia de pol¨ªtica exterior.
En definitiva, a pesar de su levedad, este libro da algunas pistas acerca de lo que en el futuro inmediato va a ser la pol¨ªtica espa?ola, al menos desde la vertiente del centro-derecha. Su l¨ªder est¨¢ tan lejos de, la imagen que de ¨¦l ofrecen sus adversarios como de la condici¨®n carism¨¢tica; sus virtudes parecen modestas, pero pueden ser eficaces. Ha creado por lo menos un ¨¢mbito de esperanza, en absoluto infinita y tampoco imperecedera, pero, aunque s¨®lo sea por contraposici¨®n, consistente. Visto el grado de indefinici¨®n con el que presumiblemente va a llegar al poder, lo m¨¢s interesante en el panorama de la pol¨ªtica espa?ola inmediata es saber qu¨¦ tendencia predominar¨¢ en el PP.
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