189 muertos al caer un avi¨®n frente a la costa dominicana en una zona infestada de tiburones

Boeing 757 con 13 tripulantes y 176 turistas a bordo, en su mayor¨ªa alemanes, cay¨® al pocos minutos despu¨¦s de despegar del puerto de la localidad dominicana de Plata. El avi¨®n, que volaba bajo ban dera turca aunque al servicio de la compa?¨ªa dominicana Alas Nacionales, se dirig¨ªa a Alemania. La tragedia, de la que no hay supervivientes, se produjo el martes a las 23.50 horas de Santo Domingo (5.50 del mi¨¦rcoles, hora peninsular espa?ola) y, pese a que las causas no han sido a¨²n determinadas, se es pecula con la posibilidad de que el avi¨®n sufriera una aver¨ªa t¨¦cnica o fuera alcanzado por un rayo. La zona del siniestro, ya en mar abierto, est¨¢ infestada de tiburones. Y a tenor del aspecto de los primeros cad¨¢veres, todo parece indicar que se han cebado con las v¨ªctimas.

La operaci¨®n de rescate de cad¨¢veres se desarroll¨® durante todo el d¨ªa de ayer, aunque con dificultades ya que a lo largo de la jornada fue empeorando el tiempo con lloviznas, vientos de mediana intensidad y olas de m¨¢s de tres metros. Al operativo se sumaron unidades a¨¦reas y navales de la Rep¨²blica Dominicana, Bahamas y de Estados Unidos, pa¨ªs ¨¦ste que envi¨® al lugar de los hechos varios helic¨®pteros y patrulleros de la Guardia Costera con bases en Florida, Puerto Rico y las Islas V¨ªrgenes. Los guardacostas dominicanos y norteamericanos hab¨ªan rescatado del mar anoche casi un centenar de cad¨¢veres, muchos de ellos con los cuerpos decapitados o mutilados y con desgarros t¨ªpicos de mordidas de tiburones.

El avi¨®n cubr¨ªa el trayecto en tre Puerto Plata y los aeropuertos alemanes de Schoenefeld (Berl¨ªn) y Francfort, previa escala t¨¦cnica en Gander (Canad¨¢) , y trasladaba 176 turistas de nacionalidad ale mana, austriaca y polaca, que volv¨ªan de vacaciones. Los tripulantes eran todos turcos, excepto dos azafatas dominicanas -las hermanas Francia y Evelyn Ramos-, ya que el avi¨®n hab¨ªa sido arrendado por Alas a la compa?¨ªa Birgen Air, con sede en Ankara.

Alas, aerol¨ªnea dominicana de vuelos charter, fue una de las 14 compa?¨ªas de pa¨ªses caribe?os a las que en 1993 se les prohibi¨® volar a Estados Unidos porque las autoridades federales de aviaci¨®n determinaron que no cumpl¨ªan con ciertos requisitos internacionales de seguridad. El avi¨®n hab¨ªa sido fabricado en enero de 1983.

A los siete minutos de despegar

La tragedia se produjo a unos 22 kil¨®metros al oeste de Puerto Plata, frente a la playa de Cabarete, y s¨®lo siete minutos despu¨¦s de haber despegado el avi¨®n. Al parecer, este Boeing 757, similar al que se estrell¨® cerca de Cali (Colombia) el pasado 28 de diciembre, accidente en el que murieron 160 personas, se encontraba en el momento del accidente a unos 5.000 pies de altura (1.500 metros). El parte meteorol¨®gico en ese instante registraba lluvias en la zona, si bien no de la intensidad con las que son frecuentes en ¨¢reas tropicales. El general Juan Bautista Rojas, de la Fuerza A¨¦rea Dominicana, dijo que el avi¨®n se hundi¨® r¨¢pidamente y dio por seguro que no hab¨ªa supervivientes.

Restos del avi¨®n, cad¨¢veres flotando y objetos procedentes del equipaje de los pasajeros fueron localizados en un radio de cinco kil¨®metros dentro de una peque?a marea negra provocada por el combustible de la nave.

Nada m¨¢s conocerse la tragedia, se concentraron m¨¦dicos, psicol¨®gos y sacerdotes en los aeropuertos de Berl¨ªn Schoenefeld y de Francfort para atender a los familiares de las v¨ªctimas del accidente y evitar que fuesen acosados por la prensa. En cada uno de los aeropuertos se esperaba a 88 pasajeros, que nunca llegaron. Un familiar describi¨® la situaci¨®n de los all¨ª reunidos como "sin histeria, con nerviosismo por la esperanza de que pueda haber supervivientes y con dolor". Un polaco en Berl¨ªn explicaba que esperaba a cuatro compatriotas, para trasladarlos a Varsovia, entre ellos dos diputados de la Dieta (Sejm). Mientras estos familiares recib¨ªan el consuelo de las asistencias m¨¦dicas, en la sala de salida del aeropuerto de. Francfort otros pasajeros embarcaban para Puerto Plata, en otro vuelo de la misma agencia de viajes. Una pasajera dec¨ªa que le costaba trabajo su perar cierta aprensi¨®n. Pero un se?or con aspecto de jubilado no vacilaba en afirmar: "No tengo el menor miedo. Seg¨²n el c¨¢lculo de probabilidades, ahora no se repetir¨¢ el accidente".