Ciudad fantasma
Nadie quiere alquilar las torres beodas de la plaza de Castilla, fruto de los mejores a?os de la especulaci¨®n inmobiliaria o de la fiebre del 92 y aleda?os. Ah¨ª est¨¢n, ah¨ª est¨¢n, vac¨ªas por dentro y torcidas por fuera, inclin¨¢ndose ante s¨ª mismas en una reverencia que no obedece a criterios religiosos, ni arquitect¨®nicos, ni urban¨ªsticos, ni est¨¦ticos, ni econ¨®micos, ni nada. Se tronchan porque est¨¢n muertas de la risa, y es que en aquella ¨¦poca (pr¨¢cticamente ayer) nos re¨ªamos todo el tiempo de lo f¨¢cil que era hacerse rico, y de lo sencillo que resultaba recalificar. Estaba chupado ser un De la Rosa, un testaferro un Conde, un hombre de paja, as¨ª que cada vez que sonaba la campana de la caja registra dora nos sujet¨¢bamos la cintura y nos mond¨¢bamos. Por eso hicimos esas torres y las bautizamos como la Puerta de Europa, porque entonces nos gustaba, ir a Maastricht a carcajadas y nos volv¨ªa locos que al regresar nos recibiera un disparate arquitect¨®nico sin pies ni cabeza. Nos desternill¨¢bamos de lo f¨¢cil que era vulnerar la ley de la gravedad y el sentido com¨²n. Pero ahora que ah¨ª est¨¢n, no s¨®lo no cumplimos las condiciones de convergencia de la Uni¨®n, sino que no logramos alquilar las malditas oficinas. Es m¨¢s dificil vender esa moto que interpretar las contrataciones de Villapalos para mejorar la cultura de la Comunidad. Los proyectos megal¨®manos, al final, resultan inviables. Y, si no, f¨ªjense en ese macroeropuerto que quiere hacer Borrell sobre el de Barajas. Dice que ya ha encontrado, la soluci¨®n al tortazo medioambiental que van a recibir m¨¢s de medio mill¨®n de personas: se aislar¨¢n las viviendas, asegura aguant¨¢ndose la risa. No explica c¨®mo jugar¨¢n los ni?os en la calle, si protegidos con un casco o con, un traje de astronauta, ni c¨®mo se las arreglar¨¢n los claustrof¨®bicos para vivir dentro de un b¨²nker. Y es que Borrell juega con la ventaja de que en este pa¨ªs, a diferencia de los que s¨ª cumplen las condiciones de convergencia de la Uni¨®n, carece de una legislaci¨®n antirruidos como Dios manda. Pero todo se andar¨¢. Tiempo al tiempo.
Lo que no entendemos es por qu¨¦ un ministro con los d¨ªas contados se implica de ese modo en una operaci¨®n tan discutida y discutible, tan dudosa, en fin. A lo mejor lo hace por patriotismo aeroportuario, del mismo modo que Solchaga aconsejaba a todo el mundo hacerse rico por patriotismo econ¨®mico, o Villapalos contrata a Alonso Mill¨¢n por patriotismo cultural. Los caminos del patriotismo. son como los del Se?or: no sabe uno cu¨¢l de ellos le llevar¨¢ al infierno. Pero lo que dec¨ªamos es que cuando ese aeropuerto de locos se declare inviable por inseguro, ruidoso e inhumano, podr¨¢n aterrizar en ¨¦l las cig¨¹e?as de la regi¨®n,seg¨²n un reportaje de Luc¨ªa Enguita, le¨ªdo aqu¨ª, ya no que se se van a ?frica en invierno, de un lado porque los fr¨ªos son. menos intensos que anta?o, y, de otro, porque se forran con la basura de Valdeming¨®mez. As¨ª que las hemos pervertido a las pobres. Ahora, cuando el term¨®metro baja, se van un fin de semana a Andaluc¨ªa, en plan clase media alemana, y enseguida regresan al vertedero, donde se vuelven locas por las cosas que brillan. Est¨¢n como nosotros en el creyendo que lo m¨¢s importante de la vida es lo que brilla, aunque no sea, m¨¢s que un paquete arrugado de Marlboro o un preservativo untado con vaselina. Y ahora Borrell les hace unas instalaciones para que jueguen a los aterrizajes. Ya ver¨¢n: cuando est¨¦ terminado el disparate aeroportuario de Barajas, pero sea tan dif¨ªcil despegar de ¨¦l como alquilar los gigantes beodos de: la plaza de Castilla, Madrid se habr¨¢ convertido al fin en una ciudad fantasma, llena de oficinas vac¨ªas y de aeropuertos inh¨¢biles en cuyas torres de control anidar¨¢n las cig¨¹e?as del vertedero de Valdeming¨®mez, mientras en. los teatros de la Comunidad se representan las exquisiteces programadas por el Samuel Beckett espa?ol y su amigo Villapalos.
Mucha basura, en fin. Como dec¨ªa. un personaje de El Roto el otro d¨ªa, "el Estado de bienestar se nos est¨¢ quedando en un bonob¨²s". Por cierto, Roto, que el descosido de aqu¨ª al lado te da la bienvenida y te desea lo mejor. Feliz Domingo.
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