Una democracia esot¨¦rica

Esto no es una democracia medi¨¢tica, por favor. Si lo fuera, tendr¨ªamos al menos un espacio diario en cada televisi¨®n dedicado a las elecciones, a los programas, a los l¨ªderes. Pero el s¨¢bado el domingo, por ejemplo, no hubo nada excepto la entrevista de Hilario Pino en Canal + con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y los mezquinos res¨²menes de los telediarios. As¨ª no hay manera de enterarse, o, lo que es peor, te enteras de cosas anecd¨®ticas que a lo mejor carecen de significado. Hemos averiguado, por ¨¦Jemplo, que algunos individuos acuden a los m¨ªtines del PP con sus hijos disfrazados de Aznar. Esto es corilpletamente nuevo en el ecosistema electoral y no sabemos si da?ar¨¢ la capa de ozono. En cualquier caso, para el votante medio, con un sentido del hiamor acorde a las condiciones actuales del pa¨ªs, resulta algo inquietante, porque si el ejemplo cundiera las ciudades se llenar¨ªan en seguida de peque?os fragas iribarnes, y diminutos marianos rajoys, -adem¨¢s de prep¨²beres ?lvarez cascos que se pelear¨ªan con alfonsos y felipes de medio metro, entre los que intentar¨ªa poner paz un ej¨¦rcito de anguitas port¨¢tiles ataviados con los recursos verbales del califa., Una pesadilla, en fin.Lo cierto es que el equilibrio ecol¨®gico electoral se haroto, no sabemos si por este raro fen¨®meno de repetici¨®n, que quiz¨¢ s¨®lo se circunscriba a los d¨ªas de carnaval, o porque la campa?a sucede en una dimensi¨®n diferente de aqu¨¦lla en la que deb¨ªa acontecer. As¨ª las cosas, uno se encierra con folletos y los programas del PP, a ver si entiende algo, y descubre que el equipo redactor tiene tendencias tridimensionales, pues se acerca invariablemente a la realidad desde tres perspectivas. El objetivo de Aznar, por ejemplo, es abrir una nueva etapa basada (1) en la credibilidad, (2) la honestidad, y (3) la eficacia. Adem¨¢s, siempre seg¨²n sus textos sagrados, el PP cuenta con un candidato cuyo estilo se ha caracterizado (1) por la transparencia, (2) la honradez, y (3) la austeridad. Aznar defender¨¢ sus propuestas desde (1) la honorabilidad, (2) la eficacia, y (3) la credibilidad. Quiz¨¢ por eso no quieren un voto conseguido mediante (1) el enga?o, (2) el disimulo, o (3) la promesa irresponsable. De ah¨ª que su discurso sea (1) claro, (2) sencillo, y (3) concreto. Los gastos en (1) pensiones, (2) sanidad, o (3) educaci¨®n, no son lo que provocan el d¨¦ficit p¨²blico, sino (1) el mal funcionamiento, de las empresas estatales, (2) los intereses de la deuda, y (3) la duplicidad en la administraci¨®n. Soluci¨®n a todo esto: (1) austeridad, (2) control, y (3) recorte de ministerios. Para que no vuelvan a producirse los efectos de la sequ¨ªa durante el mandato socialista es preciso: (1) mejorar la gesti¨®n, (2) obtener nuevos recursos, y (3) optimizar su aprovechamiento.

Se me acaba el espacio, pero juro que el resto del programa es igualmente tripartito, como si hubieran pretendido sustituir la sintaxis por una letan¨ªa de efectos hipn¨®ticos. Dadas las connotaciones m¨¢gicas del n¨²mero 3, no nos extra?ar¨ªa que el PP, como dicen sus adversarios, practicara el ocultismo en lo que a sus verdaderas intenciones se refiere. Total, que hemos dejado de ser una democracia medi¨¢tica para convertirnos en una democracia esot¨¦rica. Dios nos asista, o, mejor a¨²n, que nos asistan los tres: (1) el Padre, (2) el Hijo, y (3) el Esp¨ªritu Santo.