Se anuncia el rescate del 'Fausto' de Murnau
La competici¨®n sigue sin descubrirnos esa gran pel¨ªcula que se espera de un festival de esta magnitud. Sentido y responsabilidades buena; y Ricardo III, Restauraci¨®n y La belleza de las cosas son estimables. El resto, mediocridades. Pero lo que nunca decepciona en la Berlinale son sus concurrid¨ªsimas retrospectivas.
Lograr entrar estos d¨ªas en las salas que recuperan la obra de William Wyler, Jack Lemmon y Elia Kazan es poco menos que una haza?a. Y hay que a?adir el anuncio de otras dos sesiones de rescate: la copia restaurada de M., el vampiro de D¨¹sseldorf, de Fritz Lang; y otro monumento del clasicismo alem¨¢n, el misterioso Fausto de Murnau, reconstruido por el historiador y cineasta espa?ol Luciano Berriat¨²a.Luciano Berriat¨²a se form¨® profesionalmente en la vieja Escuela Oficial de Cinematograf¨ªa madrile?a en los a?os sesenta y desde hace mucho tiempo viene estudiando de forma minuciosa y sistem¨¢tica la vida, la personalidad, el itinerario est¨¦tico y la obra de uno de los colosos del cine fundacional y cl¨¢sico, Wilhelm Friederich Murnau, creador de pel¨ªculas que flotan hoy en ese impreciso espacio donde confluyen la historia y la leyenda, como Nosferatu y El ¨²ltimo, que son referencias indispensables para definir el estilo del clasicismo expresionista alem¨¢n.
El primer fruto de esta dedicaci¨®n de Berriat¨²a est¨¢ en dos grandes vol¨²menes editados hace unos a?os por la Filmoteca Espa?ola. El segundo fruto ha sido anunciado por ¨¦sta para el pr¨®ximo d¨ªa 24 y llegar¨¢ aqu¨ª, desde la pantalla del cine Dor¨¦ de Madrid a una pantalla berlinesa: el rescate de la primera versi¨®n, jam¨¢s proyectada p¨²blicamente, de Fausto. El trabajo de investigaci¨®n hist¨®rica de Berriat¨²a traspas¨® la frontera de nuestra lengua y obviamente donde primero llam¨® la atenci¨®n fue en Alemania, pues aqu¨ª, en los viejos estudios la Ufa, donde -poco antes de emigrar a Hollywood, para realizar all¨ª sus dos ¨²ltimos portentos, Amanecer y Tab¨²-, Murnau rod¨® y mont¨® en 1926 esta pel¨ªcula, que desde entonces est¨¢ rodeada de misterio.
El cineasta deposit¨® la copia definitiva de su pel¨ªcula en los laboratorios de tiraje de la Ufa y se march¨® a Am¨¦rica, sin pas¨¢rsele por la cabeza que los directivos del estudio, cuando visionaron Fausto y ¨¦l ya estaba en California, le colgaron el sambenito de no comercial y dieron instrucciones a un equipo de montadores para que positivaran la enorme cantidad de celuloide rodado por Murnau, incluidas todas las tomas descartadas por ¨¦l por defectuosas, y rehicieran de principio a fin la pel¨ªcula, que acab¨® siendo muy distinta de la fijada por su creador.
S¨®lo los directivos de la Ufa en aquel tiempo y el equipo de t¨¦cnicos designados por ellos vieron el aut¨¦ntico Fausto de Murnau. El que todo el mundo conoce es una sombra simplificada y deforme de aqu¨¦l. Lo impagable del trabajo de Berriat¨²a procede no de que gracias a ¨¦l veamos un filme restaurado, sino in¨¦dito. Desde ahora todos podemos ver lo que s¨®lo vieron en 1926 un pu?ado de personas ya muertas.
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