Anguita dice que la izquierda perder¨¢ o gane Gonz¨¢lez
Si gana Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, pierde la izquierda. Si gana Felipe Gonz¨¢lez, pierde la izquierda. S¨®lo queda una soluci¨®n: que IU obtenga la fuerza necesaria para influir en la pol¨ªtica nacional despu¨¦s del 3 de marzo. Y a ello se ha lanzado Julio Anguita, que ha abandonado ya la explicaci¨®n del p grama para dedicar todas sus energ¨ªas -y las pilfarra generosamente en cada mitin- a dram¨¢ticamente el voto para IU. Para pedir la beli¨®n de los socialistas en una causa com¨²n: "Derrotar a Gonz¨¢lez, derrotar a Aznar".
Ya no explica el programa. Ahora pide el voto. Pide "la fuerza para regenerar la izquierda", para "salir del pozo". Anguita ha cambiado completamente el gesto, la palabra y el mensaje. En los ¨²ltimos d¨ªas de campa?a se lanza con todos los recursos de la oratoria a levantar a los auditorios, clama por un futuro que comienza el 3 de febrero y una izquierda de la que ha expulsado, como angel exterminador, a Fel¨ªpe, Gonz¨¢lez.Ayer se quej¨® en Murcia de lo que llam¨® "discurso fraudulento, incluso manipulador", que sit¨²a a Gonz¨¢lez en la izquierda. Gonz¨¢lez no es de izquierdas, dice Anguita. "?C¨®mo va a serde izquierdas quien ha realizado la reforma laboral, quien ha pactado la reforma fiscal con el PP, quien ha entregado la fuerza de la izquierda a Jordi Pujol?'. De esta forma elimina de un plumazo cualquier disquisici¨®n sobre posibles enfrentamientos en el seno de la izquierda.
En estas elecciones, Anguita ve dos posibilidades: que gane Aznar o que gane Gonz¨¢lez. Y ambas son la misma cosa. "Si gana Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, pierde la izquierda. Pero si gana Felipe Gonz¨¢lez, pierde la izquierda". As¨ª que la izquierda pierde siempre. Por eso, el l¨ªder de IU pide, en un discurso de los que encienden el pelo, que le den la fuerza de los votos. Lo pide, lo reclama y lo suplica. En todos y cada uno de los tonos.
Maastricht es ahora s¨®lo una referencia, un apoyo de sus argumentaciones. Como lo es la reforma laboral y la pol¨ªtica fiscal, el paro y las pensiones. Son excusas para pedir, incansable, el voto a militantes de IU, a estudiantes, a obreros, a intelectuales, a progresistas y, sobre todo, a socialistas. A estos m¨¢s que a nadie.
IU quiere crecer por su derecha, por la izquierda del PSOE. No es un llamamiento de cualquier forma. Los discursos ahora dedican una especial atenci¨®n los hijos de Pablo Iglesias. Le convoca directamente a la rebeli¨®n contra Felipe Gonz¨¢le "Derrotada a Gonz¨¢lez", exige. "Salid del pozo, socialistas, mano est¨¢ tendida", grita extendiendo su mano hacia un auditorio entregado y fiel.
Anguita anda empe?ado e recuperar el voto ¨²til, "que e s¨®lo el de IU". Quiere ocupar ser" el centro ¨²nico de una izquierda que s¨®lo puede estar con ¨¦l. Todo en la idea de que el 3 de marzo empieza una era nueva para la izquierda, pase lo que pase, gane quien gane, gobierno quien gobierne. Se trata, a parte de esa fecha, de pastorear una izquierda confusa y perdida.
Y Anguita est¨¢ convencido de que ¨¦l es el llamado. La izquierda que ¨¦l ve despu¨¦s de las elecciones no se forma, advierte, por k sumas de IU y PSOE. "Las siglas no importan. Es una izquierda de los hombres y mujeres que quieren que cambien las cosa. Son los hechos, no las siglas la que sit¨²an a las organizaciones a sus gentes a un lado o al otro".
Como un nuevo San Agust¨ªn va Anguita del filo de la santa soberbia al borde de la sagrada humildad. Habla de corrupci¨®n muestra sus blancas manos: "En nombre de IU, ?aqu¨ª est¨¢n las manos m¨¢s limpias de Espa?a!'
Y el polideportivo se convierte en un disloque de v¨ªtores aplausos. Pero advierte: "A mi no me gustan los halagos, Ios agradecimientos y los piropo ?Bajadnos de los altares! iNo queremos incienso y alabanzas!". Y all¨ª fue ella. Si es que bajan de los altares es para pasearlo en procesi¨®n y bajo palio. A¨²n en contra de su volunta todo hay que decirlo.
La espina
Anguita tiene una espina clavada: la manifestaci¨®n antiterrorista de Madrid. Le duele que todos hablen de su ausencia. Le molesta que le pregunten en cada rueda de prensa. Y le fastidia que "hayan aprovechado mal¨¦volamente la decisi¨®n de no ir a Madrid"."Yo no soy IU, soy el coordinador general de IU. Y mi obligaci¨®n era estar aqu¨ª, haciendo campa?a. Haciendo mi trabajo. Yo estuve en la manifestaci¨®n de Vallecas. Y nadie me ha o¨ªdo criticar a a Aznar o a Gonz¨¢lez por no haber ido. Ni he dicho que el PSOE o el PP estuvieran ausentes. Y a m¨ª se me ha criticado de forma demag¨®gica" se queja.
Y pone un ejemplo de c¨®mo la obligaci¨®n de la campa?a impide muchas veces la devoci¨®n. "Ha muerto Horacio Fern¨¢ndez Inguanzo. Yo sent¨ªa por ¨¦l un profundo afecto. Y no he podido ir. He buscado mil f¨®rmulas. Pens¨¦ hasta en tomar un avi¨®n privado [a Anguita le aterrorizan los aviones], pero no hubiera podido mantener el programa de la campa?a. Y no he ido. No he podido ir al entierro" dice. Y un velo de tristeza le cubre la voz.
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