La m¨²sica vasca y la portuguesa, unidas en el disco 'A cuatro manos'

Se conocieron en una cocina, "el lugar donde se habla de cosas importantes", dice uno de ellos. El acordeonista vasco Kepa Junquera y el guitarrista portugu¨¦s Julio Pereira grababan con The Chieftains el a?o pasado y en los largos tiempos muertos hablaron de sus cosas, mientras Kepa tramaba ya lo que ahora ha visto la luz. Un disco, A cuatro manos, que une las ra¨ªces de dos fuertes tradiciones musicales en el terreno libre de la improvisaci¨®n. El resultado: sorprendente.

"Cuando recib¨ª la propuesta de Kepa, hecha con mucha convicci¨®n sobre el resultado, me interes¨¦. En ese momento de mi vida estaba yo justamente pensando en que necesitaba un cambio, y ¨¦ste era un desaf¨ªo. Trece d¨ªas en un estudio con un m¨²sico a quien casi no conoces me tent¨®", afirma Julio Pereira.La falta de ensayos para la grabaci¨®n no amedrent¨® a ninguno de los dos experimentados instrumentistas. "Yo ten¨ªa claro que el disco ten¨ªa que ser con ¨¦l, a lo dem¨¢s yo me amoldaba. Si hubiese sido una semana menos o un concierto en directo, tambi¨¦n lo hac¨ªa", dice Kepa Junquera.

"Hay temas muy pensados y muy elaborados", contin¨²a. "Son 13 d¨ªas de grabaci¨®n, pero hay una larga historia antes. Cada uno tiene que conocer perfectamente sus instrumentos (Julio es multiinstrumentista y eso ayud¨® mucho tambi¨¦n), sus tradiciones".

El disco tiene elementos de la musica vasca y de la portuguesa. "En mi caso creo que se ha conseguido en base a las ideas m¨ªas originales, unas atm¨®sferas aportadas por ¨¦l en las que me he apoyado y con lo que, hemos logrado una integraci¨®n total", comenta Kepa Junquera. "Por momentos crees que est¨¢s en el Pa¨ªs Vasco y en otros en Lisboa o Salamanca. No pongo ninguna Prontera".

Los ¨¢giles ritmos de la m¨²sica vasca se dulcifican con las cuerdas de la m¨²sica portuguesa. Julio Pereira es tambi¨¦n productor, interesado en int¨¦rpretes de lo que se suele llamar m¨²sica ¨¦tnica. "No s¨¦ ad¨®nde ir¨¢ la m¨²sica, pero presiento que estamos pasando una especie de transici¨®n. Veo una necesidad vital de conocer a otras personas, incluso en pa¨ªses tan chovinistas como Gran Breta?a. La m¨²sica se est¨¢ beneficiando de eso".