El Rayo fuerza el cese de Lillo

La Uni¨®n Deportiva Salamanca perdi¨® ayer una gran oportunidad para haber salido de los puestos de descenso directo. No s¨®lo eso, la derrota ante el Rayo le mete de lleno en la desesperaci¨®n. Adem¨¢s, Juan Manuel Lillo fue destituido como entrenador del equipo charro nada m¨¢s terminar el encuentro. Por contra, el Rayo Vallecano con la victoria se desahoga un poco m¨¢s y abre hueco con los puestos de descenso directo.El partido fue en algunos momentos vibrante y a lo largo de todo su desarrollo emocionante, pero quiz¨¢ la pasi¨®n pudo con la raz¨®n y el conjunto de Juan Manuel Lillo lo pag¨®. Por contra el Rayo Vallecano asumi¨® mejor la trascendencia del envite y en dos zarpazos de la pareja Guilherme-On¨¦simo, aun no haciendo gran gala de superequipo pero aprovechando sus momentos, se llev¨® tres puntos.

El comienzo del encuentro demostr¨® intenciones de ataque en ambos bandos, pero quien llegaba con mayor peligrosidad era el conjunto de Marcos, sobre todo al ra¨ªz de las roturas de la l¨ªnea unionista que hac¨ªan Guilherme, Aquino o por la banda, Ezequiel Castillo. Cuando el partido hab¨ªa entrado en su fase m¨¢s embarullada sac¨® partido el Rayo. Guilherme dispar¨® desde la frontal y establec¨ªa el 0-1, un gol que produjo a continuaci¨®n el ataque desesperado de un Salamanca que no ten¨ªa claridad de ning¨²n tipo de cara al portal rival. Es m¨¢s, le costaba much¨ªsimo trenzar tres pases seguidos. El ¨²nico bagaje ofensivo unionista fue a trav¨¦s de un slalom de Claudio que muri¨® en la defensa visitante.

En la segunda mitad, el encuentro cambi¨® en su inicio radicalmente. La Uni¨®n sali¨® espoleada y busc¨® denodadamente la porter¨ªa defendida por Abel. En siete minutos los charros hab¨ªan tenido m¨¢s oportunidades que en toda la primera parte. La cara era diferente pero la peligrosidad en el contragolpe la segu¨ªa llevando el cuadro madrile?o. Cuando quiz¨¢ mejor lo estaba haciendo el cuadro blanquinegro lleg¨® el 0-2, un aut¨¦ntico jarro de agua fr¨ªa que vino a tirar por tierra todos los planes de Lillo y los suyos.

No obstante, a¨²n meter¨ªan presi¨®n los locales cuando en el minuto 32 a pase de Stinga, Claudio llevaba el bal¨®n a las mallas y establec¨ªa el 1-2 definitivo.