Los nacionalistas estima que el PP ir¨¢ m¨¢s lejos que el PSOE en materia auton¨®mica
El Partido Popular (PP) se ver¨¢ obligado a renunciar a parte de su programa pol¨ªtico si quiere gobernar. As¨ª lo reconocen destacados dirigentes de? partido, que, en realidad, se quedan cortos, ya que la insuficiente mayor¨ªa que el PP alcanz¨® el d¨ªa 3 le impedir acometer lo m¨¢s granado de su plan de reformas. Las que m¨¢s se hab¨ªan concretado, como las de la justicia, son inviables. Su pacto con Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU), obligado por l¨®gica pol¨ªtica y aritm¨¦tica, lo impedir¨¢. La paradoja es que que, en el campo auton¨®mico, el Partido Popular est¨¢ dispuesto a ir m¨¢s lejos que los socialistas, seg¨²n deducen los nacionalistas tras la primera ronda de contactos con el negociador de los populares, Rodrigo Rato.
Las promesas electorales m¨¢s relevantes del PP quedar¨¢n en el camino por falta de mayor¨ªa suficiente para sacarlas adelante. En el cap¨ªtulo de la justicia, no habr¨¢ elecci¨®n de vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por parte de las asociaciones de jueces. Tampoco se devolver¨¢n al CGPJ sus competencias anteriores. Ni habr¨¢ limitaci¨®n al funcionamiento del Jurado ni modificaci¨®n del C¨®digo Penal. Estas reformas requieren una mayor¨ªa absoluta que ning¨²n grupo est¨¢ dispuesto a con ced¨¦rsela al Partido Popular.El PP tampoco podr¨¢ imponer sus criterios en la composici¨®n de ¨®rganos institucionales fundamentales, como el CGPJ y el Consejo de Administraci¨®n de Radio Televisi¨®n Espa?ola, cuya reforma es, adem¨¢s urgente. Tendr¨¢ que pactarlos, ya que no alcanza la mayor¨ªa necesaria de tres quintas partes. Lo mismo suceder¨¢ m¨¢s adelante, cuando se renueve el Tribunal Constitucional, el de Cuentas y los restantes organismos institutionales.
La prometida reforma fiscal de bajar el tipo m¨¢s alto del actual 56% al 40%, una vez cumplidos los objetivos de reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico marcados por la convergencia con Europa, tampoco ser¨¢ viable por mucho tiempo. Primero, porque los objetivos de reducci¨®n del d¨¦ficit no se cumplir¨¢n hasta el fin de la tercera fase de la Uni¨®n Monetaria, esto es, 1999. Y, segundo, porque Converg¨¨ncia i Uni¨® fija una bajada m¨¢s moderada, del 56% al 48%, pr¨®xima a la del PSOE, que establece un 50%.
Reforma educativa
Tampoco encontrar¨¢ apoyo el Partido Popular en los nacionalistas para privatizar los canales auton¨®micos, ya que los gobiernos vasco y catal¨¢n defienden la televisi¨®n p¨²blica. Lo mismo suceder¨¢ con la reforma del sistema educativo. Ning¨²n grupo apoyar¨¢ su propuesta de reducir en un a?o la ense?anza obligatoria y alargar el nuevo bachillerato.
En la pol¨ªtica antiterrorista, al PP se le ha ca¨ªdo una de sus principales piezas, la reforma del C¨®digo Penal para exigir el cumplimiento ¨ªntegro de las penas a los terroristas. No habr¨¢ reforma del c¨®digo; pero, adem¨¢s, un acuerdo de no beligerancia con el PNV exige archivar esa propuesta y asumir la pol¨ªtica de reinserci¨®n de los terroristas.
Los nacionalistas vascos estiman, tras la primera ronda de conversaciones con Rodrigo Rato, que el PP puede cambiar su actitud ante la lucha antiterrorista. Creen que su dureza cr¨ªtica sobre la pol¨ªtica de reinserci¨®n, inaugurada en el verano de 1994, tras el asesinato del teniente general Veguillas, puede trocarse por la comprensi¨®n.
Pero la sorpresa may¨²scula para los nacionalistas es en materia auton¨®mica. "Est¨¢n predispuestos a darnos todo lo que pedimos", dec¨ªa ayer un dirigente nacionalista. La posici¨®n del PP a¨²n imprecisa en las conversaciones entre los partidos, experimentar¨¢ un cambio radical, seg¨²n las primeras impresiones de sus interlocutores nacionalistas.
El programa auton¨®mico del PP establec¨ªa como una de sus piezas b¨¢sicas el cierre del modelo auton¨®mico en dos legislaturas. Este principio es inaceptable para los nacionalistas, que se niegan a que el modelo auton¨®mico se cierre.
El futuro Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar -que ayer no visit¨® el monasterio de Silos, en contra de lo que inicialmente se dijo el viernes- tendr¨¢ que afrontar, en el caso vasco, el tramo final del de sarrollo del Estatuto de Gernika con una reivindicaci¨®n muy pol¨¦mica, la del r¨¦gimen concertado de la Seguridad Social, as¨ª como la dificil negociaci¨®n del Concierto Econ¨®mico para otros cinco a?os. En cuanto a Catalu?a, tendr¨¢ que afrontar el dif¨ªcil reto de un nuevo modelo de financiaci¨®n auton¨®mica, tambi¨¦n para cinco a?os, y hacerlo compatible con las restantes autonom¨ªas.
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