Fracasa un desesperado intento de Major para sortear la prohibici¨®n de carne brit¨¢nica

Movi¨® en¨¦rgicamente todas sus piezas. Las perdi¨®. El Reino Unido fracas¨® rotundamente ayer en un desesperado intento de sortear el aislamiento internacional de su ganado bovino. El Comit¨¦ Veterinario Permanente de la Uni¨®n Europea, reunido de nuevo con urgencia a petici¨®n del primer ministro John Major, se ratific¨® en su conclusi¨®n del lunes: prohibir la exportaci¨®n del vacuno y sus derivados, salvo los l¨¢cteos, a la UE y a todo el mundo. La Comisi¨®n, pese a las presiones recibidas, no toc¨® una sola coma del texto que impone el cord¨®n sanitario, que ser¨¢ aprobado formalmente hoy.

La historia de este intento fallido es accidentada. Todo empez¨® a las cinco de la tarde del lunes. A esa hora, los jefes de gabinete de los 20 comisarios aprobaban un¨¢nimemente el texto acordado verbalmente con el Comit¨¦ Veterinario Permanente (CVP). Sus ejes b¨¢sicos eran prohibir la exportaci¨®n de vacuno brit¨¢nico y sus derivados a la UE y a todo el mundo (para evitar su reingreso en territorio de los Quince), as¨ª como exigir a Londres informes quincenales sobre el control de la enfermedad de las vacas locas y sus efectos.Enseguida los expertos veterinarios lo aprobaban oficialmente, tras bregar con la oposici¨®n del- representante del Reino Unido, lo que concluyeron a las 6,30 de la tarde. Pero sobrevino un obst¨¢culo, probablemente originado por ciertas llamadas telef¨®nicas Londres-Bruselas. Los dos comisarios de nacionalidad brit¨¢nica, el conservador sir Leon Brittan y el laborista Neil Kinnock se negaron a estampar su firma en el acuerdo de prohibici¨®n. El procedimiento escrito de urgencia -que se utiliza cuando no puede convocarse fisicamente al colegi¨® de comisarios- exige la unanimidad. Al contar con s¨®lo 18 firmas, la formalizaci¨®n de la prohibici¨®n deb¨ªa retrasarse hasta el plenario de la Comisi¨®n, que se celebra hoy. El portavoz de la Comisi¨®n, Klaus Van der Pas, neg¨® ayer "categ¨®ricamente" que Brittan y Kinnock se hubieran opuesto, pero tres altas fuentes distintas de la Comisi¨®n confirmaron este extremo.

Hubo m¨¢s. Mientras el comisario de Agricultura, Franz Fischler, comunicaba la decisi¨®n a las siete de la tarde, en multitudinaria rueda de prensa, Major descolgaba el tel¨¦fono del presidente de la Comisi¨®n, Jacques Santet. Le pidi¨® que aplazase la decisi¨®n, porque "dispon¨ªa de elementos nuevos desconocidos en Bruselas" -relat¨® el portavoz- que sus cient¨ªficos pod¨ªan poner a disposici¨®n del CVP en una reuni¨®n de urgencia. Fue una conversaci¨®n aturullada, en la que un vehemente Major ocup¨® casi todo el di¨¢logo. Santer accedi¨®, porque "siempre es interesante" atender a los nuevos datos. Pasada la medianoche salieron de Bruselas los fax convocando a los miembros del Comit¨¦ para una nueva reuni¨®n en la tarde de ayer.

M¨¢s confusi¨®n

Las nuevas aportaciones "s¨®lo aportaron confusi¨®n", manifest¨® ayer el subdirector general de Sanidad Animal espa?ol, Agust¨ªn Piedrabuena. Eran las mismas explicadas a la C¨¢mara de los Comunes: "no han hecho los deberes", explicit¨® el ex-responsable de la erradicaci¨®n de la peste porcina africana en Espa?a. Inclu¨ªan an¨¢lisis de laboratorio sobre pruebas practicadas en ratones, no en simios, por lo que los otros cient¨ªficos europeos las consideraron irrelevantes. En consecuencia, todos los miembros del CVP se "ratificaron" en sus conclusiones -salvo el brit¨¢nico- y la Comisi¨®n tambi¨¦n. El colegio de comisarios oficializar¨¢ hoy la decisi¨®n. S¨®lo cabe una estratagema: que un comisario recurra al art¨ªculo 4 de su reglamento para aplazarla. Pero los casos en que esto se permite "est¨¢n tasados y no se le permitir¨¢ a nadie", indicaban altas fuentes del ejecutivo comunitario. Londres se daba por vencido.?Qu¨¦ har¨¢ ahora el Gobierno brit¨¢nico? Le tocar¨¢ acatar la decisi¨®n, indican en la Comisi¨®n. E ir a¨²n m¨¢s all¨¢, si pretende obtener fondos comunitarios para cofinanciar su crisis ganadera. Ese m¨¢s all¨¢ consiste en elaborar un "plan de erradicaci¨®n" de la enfermedad de sus vacas, que supone siempre el sacrificio parcial de la caba?a. "De los animales enfermos y de los sospechosos", precis¨® Piedrabuena, como ha sucedido con todas las pestes sufridas por otros pa¨ªses. El problema es que la partida anual, unos 12.000 millones de pesetas, ya est¨¢ agotada. Tendr¨ªa que pedir una ayuda extraordinaria. Un tr¨¢gala.

M¨¢s informaci¨®n en la p¨¢gina 27