Dos tercios de los agresores sexuales son conocidos de sus v¨ªctimas
El 66% de los agresores sexuales tienen alg¨²n tipo de v¨ªnculo familiar, sentimental, laboral o escolar con sus v¨ªctimas, seg¨²n un estudio realizado por la Asociaci¨®n de Asistencia a Mujeres Violadas de Madrid a partir de las denuncias que les llegaron en los a?os 1993 y 1994.
En 1993 esta asociaci¨®n, que presta asistencia psicol¨®gica y jur¨ªdica a las v¨ªctimas, recibi¨® 727 denuncias. En 1995 fueron 730. El 64% de los casos son violaciones, el 28% agresiones sexuales y el resto, intentos de violaci¨®n.
Encarna Roig, soci¨®loga autora del estudio, explica que, en las denuncias de agresi¨®n de los a?os 1991 y 1992 era menos frecuente la relaci¨®n entre la mujer y su agresor. Entonces la mayor parte de los casos que sal¨ªan a la luz eran producto del asalto callejero.
El 77% de las v¨ªctimas, son solteras y, la mayor¨ªa, tienen entre los 26 y los 35 a?os de edad.
PASA A LA P?GINA 5
Los abusos sexuales a menores se denuncian cada vez m¨¢s
VIENE DE LA P?GINA 1Tina Alarc¨®n, presidenta de la Asociaci¨®n. de Asistencia a Mujeres Violadas de Madrid y Encarna Roig, soci¨®loga de esta entidad, creen que las agresiones sexuales han iniciado una curva descendente. Son conscientes de que s¨®lo se conoce la punta del iceberg, es decir, los casos denunciados Pero, a partir de los datos que han salido a la luz, deducen una remisi¨®n de estos delitos.
"En la sociedad espa?ola cada vez hay mayor informaci¨®n y sensibilizaci¨®n sobre estos temas y, sin embargo, desde 1993 las denuncias han ido descendiendo; eso s¨®lo se puede interpretar como una reducci¨®n de este tipo de delitos", explica Roig.
"Tambi¨¦n la Polic¨ªa Nacional, donde llegan la mayor parte de las denuncias ya que la Guardia Civil recibe muchas menos, mantiene esta hip¨®tesis", a?ade. La directora general de la Mujer de la Comunidad de Madrid, Asunci¨®n Miura, organismo que mantiene un convenio con la asociaci¨®n desde hace a?os, corrobora esta idea.
En 1991 la asociaci¨®n recibi¨® 669 denuncias de agresiones sexuales; en 1992 fueron 756; en 1993 se alcanz¨® la cifra m¨¢s alta, con 772 casos que bajaron a 727 en 1994 y pr¨¢cticamente se mantuvieron el a?o pasado con 730.
Este colectivo de ayuda a las v¨ªctimas de la violencia sexual observa que, entre las denuncias que les llegan cada vez hay m¨¢s casos de menores. "Pueden suponer de un 24 a un 26% de los casos que atendemos, tanto ni?as como ni?os", asegura Roig.
Entre ellos hay chavales de todas las clases sociales. En el per¨ªodo 93 194 el chiquillo m¨¢s peque?o atendido ten¨ªa cuatro a?os.
"Son situaciones especialmente dif¨ªciles porque al menor le cuesta mucho contar una agresi¨®n de este tipo, sobre todo si quien le ataca es un familiar", a?ade. "Pero cada vez salen m¨¢s casos a la superficie", concluye. En el caso de los ni?os, la violencia sexual tiene un tinte de traici¨®n a sus sentimientos ya que quien les agrede es, a menudo,. alguien a quien ellos quieren como, por ejemplo, un familiar.
Alarc¨®n destaca la importancia de atajar las agresiones sexuales "porque no s¨®lo afectan a las v¨ªctimas sino que corrompen a toda la sociedad". Ella y Miura hablan de la necesidad de cortar esta cadena de violencia que, a veces, quien la padece en su ni?ez tiende a reproducir despu¨¦s. Destacan que, tras una reciente visita a centros penitenciarios madrile?os, comprobaron que un 80% de las mujeres que se dedican a la prostituci¨®n sufrieron abusos sexuales en su juventud.
Atenci¨®n a agresores
La Directora General de la Mujer cree importante que, adem¨¢s de denunciar las agresiones y asistir a las v¨ªctimas, se intente tambi¨¦n prestar tratamiento a los violadores, siempre que se vea que asumen su delito, algo que a menudo no ocurre, y que haya una posibilidad de reinserci¨®n.
Miura reconoce que en Madrid existe un vac¨ªo en el tratamiento a violadores y afirma que desde su departamento se intentar¨¢ tomar alguna medida al respecto. "Hay un violador compulsivo que roza la psicopat¨ªa, pero esos son casos m¨ªnimos, detr¨¢s de los agresores hay, a menudo, frustraci¨®n y deseo de autoafirmaci¨®n a trav¨¦s del sometimiento de la mujer m¨¢s que un objetivo puramente sexual", concluye.
El 60% de los agresores son solteros y el 80% de ellos act¨²an solos. Los lugares donde se produce la mayor parte de estos ataques son los portales y ascensores. El medio de coacci¨®n m¨¢s utilizado son las amenazas, los golpes y las vejaciones, aunque en los datos de estos ¨²ltimos a?os se ve una disminuci¨®n en el uso de armas blancas y de fuego.
Cada vez hay m¨¢s denuncias de ataques producidos en el domicilio o el lugar de trabajo del agresor y disminuyen las que se producen en el portal y el ascensor. Este es un dato l¨®gico al salir a la luz m¨¢s casos de violencia sexual por parte de conocidos de la v¨ªctima.
Las responsables de la Asociaci¨®n de Asistencia a Mujeres Violadas inciden en acabar con el tab¨² de que la v¨ªctima de una agresi¨®n sexual queda hundida para siempre.
"Es algo que no se olvida pero que se puede superar si la mujer se enfrenta al hecho, lo denuncia y recibe una asistencia psicol¨®gica adecuada", explican. "El problema es ocultarlo", a?aden. Esta entidad ha recibido en los ¨²ltimos tiempos a mujeres de treinta y cuarenta a?os que sufrieron agresiones sexuales en su ni?ez o juventud y no encararon el hecho, por lo que superarlo les cost¨® m¨¢s.
Asociaci¨®n de Asistencia a Mujeres Violadas de Madrid. Informaci¨®n: 574 01 10.
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