Las mujeres mandan
Las deportistas espa?olas pueden brillar como los hombres en Atlanta
El deporte espa?ol dio un giro fundamental con motivo de los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona 92. La eficaz preparaci¨®n llevada a cabo por primera vez con un m¨¦todo a largo plazo, cient¨ªfico, t¨¦cnico y con suficiente sost¨¦n econ¨®mico, permiti¨® que llegaran los ¨¦xitos y las 22 medallas. En una sola edici¨®n de los Juegos, los deportistas espa?oles lograron casi el mismo n¨²mero de trofeos alcanzado en toda la historia anterior: 26. Y, sobre todo, triplicaron los de oro: 13 frente a 4. Pero con ser todo ello importante, el mayor hito fue el inmenso estir¨®n femenino, que pas¨® bastante inadvertido en la explosi¨®n general. Aunque supuso s¨®lo un tercio del total, result¨® mucho m¨¢s impresionante al partir de cero.Cuatro a?os despu¨¦s su ascensi¨®n parece imparable. Los ¨¦xitos femeninos en los pr¨®ximos Juegos de Atlanta pueden incluso igualar o superar a los masculinos. El brillo, si lo hay, al fin ser¨¢ verdaderamente mixto. El nivel de resultados femeninos ha ido subiendo y con ¨¦l las opciones de medallas.
En todos los Juegos de Verano anteriores a Barcelona jam¨¢s una mujer espa?ola hab¨ªa subido a un podio. S¨®lo lo logr¨® Blanca Fern¨¢ndez Ochoa en su ¨²ltima oportunidad, los Juegos de Invierno de Albertville, apenas unos meses antes de la cita veraniega. Tras perseguirlo desde Sarajevo 84, inclu¨ªda su lamentada ca¨ªda de Calgary 88, lo iba a lograr en el a?o m¨¢gico. Todo estaba predestinado para 1992. Blanca obtuvo el bronce en el eslalon.
En Barcelona, sin embargo, el brillo de la mujer espa?ola se generaliz¨® y consigui¨® casi, la tercera parte de las medallas: 4 de oro, 2 de plata y una de bronce. Era todo un s¨ªntoma. Se hab¨ªa implicado en el trabajo general efectuado con el programa ADO y aunque tambi¨¦n colaboraron en los ¨¦xitos las ya consagradas Arantxa S¨¢nchez-Vicario y Conchita Mart¨ªnez en tenis, con su medalla de plata en dobles y la de bronce de Arantxa en individuales,"hubo ¨¦xitos significativos. Junto al oro en. vela de Teresa Zabell y Patricia Guerra, y la plata de Natalia V¨ªa Dufresne, que empezaban a sumarse a las habituales y tradicionales contribuciones masculinas al escaso medallero espa?ol, siguieron o se confirmaron las de deportes oportunistas: las medallas en modalidades nuevas para la mujer en el programa ol¨ªmpico y en las que Espa?a ha sabido meterse en la ¨¦lite porque es mucho m¨¢s f¨¢cil que en los pesos pesados, como el atletismo o la nataci¨®n.
De esa forma, Carolina Pascual culmin¨® el ascenso de la gimnasia r¨ªtmica -debutante en Los Angeles 84, donde Marta Cant¨®n fue sexta y Marta Bobo octava, para seguir Maisa Lloret, quinta en Se¨²l 88-. Y, sobre todo, Miriam Blasco y Almudena Mu?oz abrieron la brecha en el primer concurso de judo con sus dos t¨ªtulos. Demostraron tambi¨¦n que su nivel era mucho mejor que el de los hombres, algo casi ins¨®lito, pero ya casi normal, como hab¨ªa evidenciado Blanca en el esqu¨ª. Lo mismo iba a ocurrir con el primer gran ¨¦xito en los deportes de equipo, el hockey sobre hierba. Las mujeres entraron en el programa ol¨ªmpico en Mosc¨² 80 y el list¨®n para las espa?olas era muy alto respecto al palmar¨¦s de los hombres -bronce en Roma 60 y plata en mismo Mosc¨² 80-. Pero todo cambi¨®. El nivel masculino baj¨® y el trabajo llevado a cabo por Jos¨¦ Manuel Brasa, un t¨¦cnico que quiz¨¢ nunca . sea suficientemente valorado, llev¨® a lograr, no se puede olvidar, el primer t¨ªtulo ol¨ªmpico en un deporte colectivo, junto al obtenido por el f¨²tbol masculino -en el que tampoco se le ha agradecido lo m¨¢s minimo, m¨¢s bien todo lo contrario, a Vicente Miera-
Ahora, a menos ya de cuatro meses para Atlanta, las opciones femeninas de medallas incluso han aumentado y podr¨ªa darse la gran sorpresa de que el ¨¦xito espa?ol en la capital norteamericana del estado sure?o de Georgia tenga m¨¢s nombre de mujer.
Y eso porque mantienen su candidatura al oro potencias anteriores: Teresa Zabell ahora con Bego?a Via-Dufresne, en el 470 de vela -aunque a¨²n deba clasificarse siendo la mejor del mundo-; el equipo de hockey -pese a haberse renovado casi al completo-; la tiradora de plato Gemma Usieto -que fall¨® en Barcelona en otra prueba, pero es campeona del mundo y de Europa, y gan¨® la exhibici¨®n de Se¨²l 88-, y judokas como Almudena Mu?oz o Yolanda Soler e Isabel Fern¨¢ndez, el relevo de Miriam Blasco, aunque este deporte, por el sorteo y sistema de combates se acerca a veces bastante a una loter¨ªa.
Y debutan con opci¨®n clara del m¨¢ximo ¨¦xito tanto el conjunto de gimnasia r¨ªtmica como Taim¨ª Chapp¨¦ en la espada de esgrima. Sus triunfos y nivel de ¨¦lite en las grandes competiciones de los ¨²ltimos a?os as¨ª lo acreditan. As¨ª pues, si la cosecha total de medallas espa?olas para Atlanta ronda en las previsiones sobre la cifra de 15, la mitad o m¨¢s pueden ganarlas mujeres.
Y su pujanza no s¨®lo est¨¢ en los deportes con plaza en el programa ol¨ªmpico como se acaba de demostrar. tambi¨¦n en los Mundiales de esqu¨ª de Sierra Nevada, donde s¨®lo brillaron ellas. Las espa?olas est¨¢n entre las mejores del mundo en modalidades que entrar¨¢n en Sydney 2000, como el taekwondo, y en las no ol¨ªmpicas, como el k¨¢rate, el rugby -campeonas de Europa-, el patinaje art¨ªstico sobre ruedas o el esqu¨ª acrob¨¢tico. Hasta en halterofilia, que s¨®lo tiene plaza ahora para los hombres y que la desaprovechan. Si se diera la vuelta al programa ol¨ªmpico incluso nos ir¨ªa mejor.
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