Piruetas nucleares desde el BOE
En el Real Decreto-ley 12/1995, de 28 de diciembre, sobre medidas urgentes en materia presupuestaria, tributaria y financiera, se establece que el Estado avalar¨¢ el pago de las compensaciones en favor de los titulares de las centrales nucleares que estaban en moratoria.Con el decreto-ley de pr¨®rroga de los presupuestos y la pugna entre distintas entidades bancarias por el reparto del pastel, se cierra uno de los grandes negocios de los ¨²ltimos a?os: la moratoria nuclear.
Con el nombre de centrales en moratoria se conoce a aquellas plantas nucleares que disponiendo de autorizaci¨®n de construcci¨®n desde los a?os setenta, vieron c¨®mo se deten¨ªa su construcci¨®n a mitad de los ochenta por decisi¨®n gubernamental. Hablamos de casi la novena parte de la potencia el¨¦ctrica total instalada en nuestro pa¨ªs. El paso del tiempo ha puesto en su lugar a aquel grupo de expertos que nos amenazaban con los cortes de luz.
La objeci¨®n de que importamos electricidad francesa puede responderse aduciendo que la potencia de centrales de fuel paradas supera en m¨¢s de seis veces la importada, o que los dos m¨¢ximos hist¨®ricos de demanda fueron atendidos al tiempo que se exportaba electricidad pese a que se produjeron en situaciones de sequ¨ªa, o que las propias el¨¦ctricas protestan contra la entrada de productores en r¨¦gimen especial aduciendo que existe un exceso de potencia de base que es la que suministran las nucleares.
Por semejante error en las previsiones se invirtieron 460.000 millones de pesetas en unos activos absolutamente improductivos. M¨¢s sorprendente resulta a¨²n que, pese a ello, se hayan revalorizado a una tasa media anual del 12%, por lo que aunque desde 1984 se ha venido destinando algo m¨¢s del 3,5% de las facturas el¨¦ctricas al pago de los intereses -en total 624.000 millones de pesetas-, la deuda que ahora se titula sigue representando 730.000 millones.
Esta deuda se cobrar¨¢ a partir de la tarifa el¨¦ctrica a un tipo de inter¨¦s que podr¨¢ ser superior en medio punto al de los dep¨®sitos interbancarios o a las emisiones realizadas por el Estado, seg¨²n se opte por tipos variables o fijos. Esta decisi¨®n de colectivizar p¨¦rdidas, que se?alamos ir¨®nicamente, es sorprendente, porque en tiempos en que cualquier ocasi¨®n es propicia para recordar el excesivo volumen de la deuda p¨²blica estatal y la r¨¦mora que ello supone para la "necesaria bajada de los tipos de inter¨¦s y el asentamiento de la recuperaci¨®n econ¨®mica", se lanza al mercado, con la garant¨ªa del Estado a trav¨¦s de esta ley, esta importante emisi¨®n a un plazo que puede alcanzar los 25 a?os.
Se trata, por tanto, de una operaci¨®n muy similar a un aumento de la deuda p¨²blica reconocida, con la singularidad de que se realiza en favor de empresas privadas rentables, para resarcirlas de errores de las que ellas son las principales responsables.
Y como comentamos al principio, todo ello cuenta con el aval del Estado, m¨ªrese el Bolet¨ªn Oficial del Estado y la firma. La justificaci¨®n esgrimida es que las compa?¨ªas el¨¦ctricas no hicieron, sino construir las plantas que el Gobierno de turno les encarg¨®.
Una versi¨®n que no resiste al paso por la prensa de la ¨¦poca en que se adopt¨® la decisi¨®n de construirlas, donde es frecuente encontrar tomas de posici¨®n de las compa?¨ªas de bienes de equipo, constructoras y el¨¦ctricas en tono muy duro a favor de instalar m¨¢s potencia para atender Ias previsiones de demanda". Es ingenuo suponer que todos estos agentes econ¨®micos (en cuyos consejos de administraci¨®n hab¨ªa muchos consejeros comunes) permanecieron al margen de esta decisi¨®n.
Por esto es m¨¢s f¨¢cil entender las posiciones de los portavoces de las compa?¨ªas el¨¦ctricas en este punto que el masoquismo de muchos dirigentes del PSOE que repiten mim¨¦ticamente sus incre¨ªbles argumentos.
Su error no fue decretar una moratoria necesaria, sino permitir que los usuarios el¨¦ctricos les paguemos un precio tan alto a los responsables.
Otro hecho que tampoco debe olvidarse es que la pr¨¢ctica totalidad de los activos en moratoria son propiedad de compa?¨ªas el¨¦ctricas privadas. Y muy especialmente de Iberdrola, que s¨®lo unos meses despu¨¦s de aprobarse la ley el¨¦ctrica criticaba al Gobierno por el trato de favor que ¨¦ste presuntamente deparaba a la semip¨²blica Empresa Nacional de Electricidad (ENDESA). ?No habr¨ªa sido m¨¢s justo quejarse de lo contrario?
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