Un nuevo ¨®rgano para coordinar los servicios de informaci¨®n

, El modelo de organizaci¨®n de la lucha antiterrorista que pretende implantar el PP es uno de los aspectos sobre los que menos se sabe. S¨®lo que planea crear una comunidad de inteligencia, una instancia de coordinaci¨®n e intercambio de datos entre el Cesid y los servicios de la polic¨ªa y la Guardia Civil.

Algunas fuentes del PP se?alan que la coordinaci¨®n estar¨¢ bajo el control de la Presidencia. Este aspecto, sin embargo, no est¨¢ completamente cerrado porque entre Francisco Avarez Cascos y. Jaime Mayor Oreja existen algunas discrepancias a¨²n no zanjadas.

Nada ha trascendido sobre quienes dirigir¨¢n el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y la Guardia Civil, entre otras razones porque su nombramiento deber¨¢ ser realizado por el ministro con conocimiento previo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Las quinielas que ya circulan con los nombres de hipot¨¦ticos altos cargos de Interior "no han acertado ni uno", asegura un dirigente bien informado del partido.

Los populares tienen, en cambio, algunos criterios ya definidos. Uno, es que tanto el director general de la polic¨ªa como el de la Guardia Civil ser¨¢n responsables pol¨ªticos y no un comisario ni un general, como apuntan los rumores que circulan en ambos cuerpos.

Guardias civiles

El futuro Gobierno quiere emplear en misiones "m¨¢s polic¨ªales" a un n¨²mero importante de guardias civiles que ahora realizan tareas como la vigilancia est¨¢tica en las garitas de las prisiones. Con ese objetivo, planea sustituirlos por funcionarios de Instituciones Penitenciarias, reavivando as¨ª un proyecto que Antoni Asunci¨®n no logr¨® sacar adelante.El plan de Asunci¨®n reconoc¨ªa que el trabajo de ese nuevo cuerpo de prisiones se pod¨ªa "parangonar" con el de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Los funcionarios se quejaron entonces de que se les quer¨ªa "convertir casi en polic¨ªas".

Ahora, los funcionarios consultados han vuelto a expresar su desacuerdo con la idea del PP, al entender que la separaci¨®n entre un cuerpo policial de vigilancia externa y un cuerpo de prisiones garantiza un tratamiento diferente para dos problemas diferentes.

"No queremos ser polic¨ªas. Y menos en este momento, en que tras el secuestro del compa?ero Jos¨¦ Antonio Ortega Lara estamos en el punto de mira de ETA", coment¨® el director de una c¨¢rcel.

Este plan acarrea, adem¨¢s, problemas de tipo legal, ya que obligar¨ªa a cambiar la Ley Org¨¢nica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el reci¨¦n aprobado Reglamento Penitenciario y otras disposiciones, seg¨²n varios expertos.