"Nadie ha ido a ver a la gente ni c¨®mo vive"

, La fundaci¨®n Abogados sin Fronteras (ASF) traer¨¢ a 200 ni?os de Chern¨®bil a pasar el verano con familias valencianas. El plan, bautizado Ucrania 2000, prev¨¦ la acogida temporal de 2.000 ni?os en. los pr¨®ximos cinco a?os. Cuenta con el patrocinio de la Unesco y pretende "establecer lazos de solidaridad y amistad permanente entre los dos pueblos", y ofrece una revisi¨®n m¨¦dica a los ni?os, explica el presidente de la fundaci¨®n, el abogado Jos¨¦ Ram¨®n Ju¨¢niz, de 47 a?os. Junto a 15 colaboradores, Ju¨¢niz viaj¨® en Semana Santa a Kiev y la zona habitable m¨¢s cercana a la central para garantizar "la selecci¨®n de los ni?os realmente necesitados".

Pregunta. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n a 10 a?os del accidente?

Respuesta. Primero hay que decir que el mundo no quiere conocer las consecuencias de Chern¨®bil. Se echar¨ªa a temblar. Por eso el debate en tomo al aniversario es en parte hip¨®crita, porque se mira Chern¨®bil con temor, no con solidaridad. Hemos ido all¨ª, y en Slavutich. [a unos 40 kil¨®metros de la central], que se construy¨® hace nueve a?os, nos dijeron que ¨¦ramos los primeros extranjeros en ir a ver la situaci¨®n de las familias. Nadie ha ido a ver a la gente, c¨®mo vive. Hemos visto unas condiciones de vida muy dif¨ªciles, un problema de vivienda enorme. Viven bajo la radiactividad, respiran el polvo radiactivo y siguen comiendo productos contaminados... En Slavutich, en el centro de la plaza, hay un medidor de radiactividad y se limpian las calles todos los d¨ªas para quitar el polvo radiactivo con agua. Y en los ojos de la gente se lee el dolor, el desarraigo y la incertidumbre ante el futuro. Todo eso, unido a una falta enorme de infraestructuras y servicios y a una falta de alimentaci¨®n adecuada. Estuvimos tambi¨¦n en Lemoye, una aldea de barracones hecha para los trabajadores que construyeron Slavutich, y donde viven familias de empleados de la central e inmigrantes en condiciones lamentables. La poblaci¨®n necesita ayuda de todo tipo, y despu¨¦s que se plantee el cierre de Chern¨®bil o el debate sobre la energ¨ªa nuclear.

P. ?Qu¨¦ opina la poblaci¨®n del cierre de la central?

R. La gente no quiere que se cierre porque es su ¨²nico medio de vida, no tiene alternativa. No se puede pedir el cierre sin plantear tambi¨¦n una soluci¨®n social a la poblaci¨®n que vive en la zona. La gente ha aprendido a convivir con la central. Los salarios son superiores al resto del pa¨ªs, pero es una trampa porque todo cuesta m¨¢s caro. Tienen que consumir todo envasado.

P. ?C¨®mo han seleccionado a los ni?os?

R. En dos orfanatos de Kiev y Bucha que visitamos directamente y con visitas a familias de Irpen y Slavutich. Es muy importante que tambi¨¦n vengan ni?os de esas familias, porque hemos constatado que los ni?os de los orfanatos tienen mejor cubiertas sus necesidades b¨¢sicas. Los ni?os que tienen familia viven peor. Hemos ido casa por casa para ver a unas cien familias. As¨ª se evita el riesgo de que vengan los que no tienen que venir, lo que ya ha ocurrido. Los ni?os est¨¢n raqu¨ªticos, delgad¨ªsimos, los ojos se les hunden por falta de nutrici¨®n. Otro objetivo es reconocerles cl¨ªnicamente para ver los efectos de la radiaci¨®n.