Aznar quiere incorporar al PNV al pacto antes de la investidura

Al Partido Popular s¨®lo le queda el PNV en su operaci¨®n de incorporar a los nacionalismos a la investidura de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, obligado a comenzar la legislatura por la v¨ªa del pacto. Aznar prefiere llegar a La Moncloa respaldado por el PNV, adem¨¢s de Converg¨¨ncia i Uni¨® y Coalici¨®n Canaria. El negociador popular Jaime Mayor Oreja dispone del documento con las ¨²ltimas posiciones del PNV, a las que Aznar tendr¨¢ que responder s¨ª o no antes del martes. Pero previamente quiere culminar el ceremonial del pacto con los nacionalistas catalanes; a partir de ese momento se abrir¨¢ la posibilidad del acuerdo con el PNV.

Pocas veces se ha visto tanto inter¨¦s en cerrar un acuerdo como el existente entre las cabezas de las delegaciones del PP y PNV. Sin embargo, la complejidad del asunto negociado, el Concierto Econ¨®mico y, en menor escala, el cruce con la negociaci¨®n principal entre el PP y CiU, no han permitido rematar el acuerdo e incluso lo han han puesto al borde del fracaso. El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, dijo ayer en Bilbao que "el acuerdo puede cerrarse r¨¢pidamente" si el PP tiene inter¨¦s.El protagonista de la negociaci¨®n por el PP, Jaime Mayor Oreja, tiene clara la necesidad de sumar los cinco diputados del PNV al pacto entre el PP (156 diputados), CiU (16) y Coalici¨®n Canaria (4), aunque la contribuci¨®n de esca?os de los nacionalistas vascos no sea decisiva.

Aznar ha reconocido a Arzalluz que el compromiso del PP de devolver al PNV su patrimonio, incautado durante la guerra civil, es una forma de reconocer el peso hist¨®rico de este partido y el inter¨¦s de la derecha espa?ola en legitimarse democr¨¢ticamente con un s¨ªmbolo muy visible.

Pero, con ser importante, no es ¨¦se el ¨²nico motivo del dirigente vasco del PP. El PNV es una pieza clave para la normafizaci¨®n del Pa¨ªs Vasco. Como los nacionalistas vascos han descartado la abstenci¨®n, si pasan a la oposici¨®n con un voto negativo a Aznar, el PP se arriesga a dejar que el PNV se aleje de sus compromisos con el Estado y marche hacia un enclaustramiento en el Pa¨ªs Vasco para ensayar la pol¨ªtica del frente nacionalista.

Mayor Oreja, buen conocedor del nacionalismo, ha convencido a Aznar del reto que en este terreno se le plantea, que va m¨¢s lejos de la necesaria pol¨ªtica de acuerdos en la lucha antiterrorista con el departamento vasco de Interior, que dirige el nacionalista Juan Mar¨ªa Atutxa.

?sta es la explicaci¨®n de que el PP no haya roto la baraja, pese al precio que puede suponerle el pacto con el PNV por sus exigencias en el desarrollo del Concierto Econ¨®mico. El problema est¨¢ en la letra peque?a, no en los principios. La foralidad siempre ha puesto de acuerdo a la derecha y al nacionalismo vasco, y en los medios econ¨®micos vascos nunca se entender¨ªa un desacuerdo en esta materia.

Tampoco le interesa a Xabier Arzalluz y a la mayor¨ªa de su partido la marginaci¨®n de la pol¨ªtica espa?ola. Les deja una sola. alternativa: el exclusivo acercamiento al abertzalismo.

El sector moderado del PNV lo sabe y lo que est¨¢ pidiendo al PP, con un compromiso claro en materia de Concierto Econ¨®mico, es una justificaci¨®n ante sus bases del apoyo a la investidura de Aznar. La cesi¨®n del PP en materia del Concierto Econ¨®mico hace m¨¢s f¨¢cil la venta del pacto a las bases nacionalistas, por el car¨¢cter espec¨ªfico vasco de la reivindicaci¨®n. El. Concierto Econ¨®mico no est¨¢ en ning¨²n otro Estatuto de autonom¨ªa.

Tambi¨¦n sirve de prueba para la direcci¨®n del PP. En las conversaciones entre Aznar y Arzalluz, el futuro presidente del Gobierno garantiz¨® para los nacionalistas vascos un trato similar a los catalanes, aunque la aportaci¨®n de los votos del PNV no sea decisiva. Con la actitud que el PP adopte ante la reivindicaci¨®n del Concierto, el PNV trata de medir hasta qu¨¦ punto la promesa de Aznar es una realidad.

El cierre del pacto entre el PP y CiU deja la v¨ªa expedita al acuerdo con el PNV. En las pr¨®ximas horas, el PP ya no tendr¨¢ que mirar hacia CiU con el temor de que se moleste por un pacto con el PNV sobre la concertaci¨®n de los impuestos especiales, a la que no da pie el Estatut de Sau, pero s¨ª el de Gernika.