La ablaci¨®n femenina ser¨¢ delito federal en EE UU
La medida facilitar¨¢ el asilo pol¨ªtico a mujeres que huyan de los pa¨ªses donde se practica
El Senado norteamericano ha decidido tratar la mutilaci¨®n genital femenina, una pr¨¢ctica frecuente en varios pa¨ªses africanos, asi¨¢ticos y de Oriente Pr¨®ximo y extendida a las comunidades de ese origen en Estados Unidos, como un delito federal. Eso supondr¨¢ altas penas de c¨¢rcel para quienes realicen esa operaci¨®n en territorio norteamericano y facilitar¨¢ considerablemente la obtenci¨®n de asilo pol¨ªtico para las mujeres que huyan de esa tradici¨®n en sus pa¨ªses.Al mismo tiempo, en un tribunal de Falls Church (Virginia), una ciudad pr¨®xima a Washington, comenz¨® a debatirse ayer la posibilidad de que el miedo a ser sometida a la ablaci¨®n del cl¨ªtoris sea considerada a partir de ahora como causa para que una mujer sea admitida como refugiada pol¨ªtica en Esta dos Unidos.
La decisi¨®n del Senado supone un fuerte impulso para los partidarios de la extensi¨®n del asilo pol¨ªtico a las v¨ªctimas de esa mutilaci¨®n. Pero el debate sobre este asunto est¨¢ fuertemente limitado por el temor a que EE UU pueda convertirse en un santuario para las miles de mujeres que cada d¨ªa son sometidas en el mundo a esa pr¨¢ctica cruel.
La posici¨®n sostenida por David Martin, el principal responsable del Servicio de Inmigraci¨®n, es que no sean admitidas como refugiadas pol¨ªticas las mujeres a las que ya se les ha practicado la mutilaci¨®n de sus ¨®rganos genitales, ni aquellas que s¨®lo tengan que afrontar marginaci¨®n social y econ¨®mica si se niegan a someterse a esa pr¨¢ctica.
La posici¨®n de la agencia oficial ha sido considerada excesivamente restrictiva por las organizaciones en defensa de la mujer, que han argumentado que la mayor¨ªa de las operaciones de ese tipo en ?frica se practican cuando las mujeres tienen entre cuatro y 10 a?os, una edad en la que todav¨ªa no son capaces de oponerse. Adem¨¢s, los partidarios de la extensi¨®n del asilo pol¨ªtico creen que tambi¨¦n debe de considerarse como amenaza la marginaci¨®n social, porque muchas mujeres son relegadas a la prostituci¨®n en sus pa¨ªses si se niegan a la ablaci¨®n.
El debate sobre la ablaci¨®n genital ha llegado hasta esta instancia gracias al caso de Fauziya Kasinga, una joven de 19 a?os que entr¨® ilegalmente en Estados Unidos por miedo a ser sometida a esa operaci¨®n en su pa¨ªs, Togo. Kasinga fue puesta en libertad el mes pasado despu¨¦s de haber permanecido en prisi¨®n durante m¨¢s de un a?o por decisi¨®n de un juez que no crey¨® su historia.
Expertos en salud de EE UU han calculado que alrededor de dos millones de mujeres son sometidas a esa pr¨¢ctica en varios pa¨ªses de ?frica, Asia y Oriente Pr¨®ximo. Pero miembros del Servicio de Inmigraci¨®n han calculado que s¨®lo un peque?o grupo de esas mujeres tiene car¨¢cter y recursos para viajar y solicitar asilo pol¨ªtico en este pa¨ªs.
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