Los dividendos del golpe bajo

"Esto es el mundo del espect¨¢culo. Un golpe bajo no s¨®lo est¨¢ bien, sino que rinde dividendos", advierte premonitoriamente a uno de los protagonistas del filme (Whaley), quien le dejar¨¢ su propio puesto como hombre para todo de un poderoso productor ejecutivo en el Hollywood de hoy mismo. Esta frase, que parece sacada de un filme como El juego de Hollywood, de Robert Altman, no tiene nada de juego: en su hora y media de duraci¨®n, El factor... se aplica a ilustrar con especial sadismo esta frase, en el ejercicio de demostraci¨®n . m¨¢s cruda del ambiente moral y material en que se mueve hoy mismo la industria cinematogr¨¢fica m¨¢s poderosa del planeta. Todo el filme gira alrededor de un personaje verdaderamente siniestro, ese Buddy Ackerman que encarna Kevin Spacey. Ackerman es s¨®lo un hombre, pero el modelo parece ser mucho m¨¢s un productor existente, tambi¨¦n satirizado por Altman, Joel Silver, de profesi¨®n multimillonario, uno de los gur¨²s de los ochenta gracias al ¨¦xito de filmes de acci¨®n como La jungla de cristal o Arma letal.El factor... est¨¢ construido como la s¨¢tira de un mundo en el que un productor puede tener 25 a?os y m¨¢s que aspirar, exigir triunfar; en el que nadie sabe qui¨¦n demonios es Shelley Winters, y en el que lo ¨²nico que interesa es llegar a la cima al coste que sea, incluso a la anulaci¨®n personal, tal como ilustra a la perfecci¨®n la pel¨ªcula en la explicitaci¨®n de la relaci¨®n entre Ackerman y su asistente.

Es, como el de Altman, una denuncia no s¨®lo del car¨¢cter personal de algunos tycoons contempor¨¢neos, sino, sobre todo, de un sistema inflexible, que no tolera el fracaso y que moldea a sus servidores con, f¨¦rreos cors¨¦s de los que resulta muy dif¨ªcil librarse. Huang, ejecutivo en varios estudios y debutante como guionista y director, construye su pel¨ªcula con astucia y con alguna debilidad.