Una normativa pudorosa
La vida es como una charca: est¨¢ Ilena de curiosidades diminutas si aprendes a observarla por zonas, con detenimiento: aqu¨ª, una ara?a acu¨¢tica devora a un moscard¨®n previamente inmovilizado por medios qu¨ªmicos; m¨¢s all¨¢, un pez con aspecto de rata se traga un renacuajo; un trit¨®n da con un yacimiento de larvas y se pone ciego... Entretanto, las lib¨¦lulas sobrevuelan en plan helic¨®ptero policial la superficie acu¨¢tica, entre cuyos nen¨²fares copulan trabajosamente dos sapos arrugados.El otro d¨ªa encontr¨¦ en estas mismas p¨¢ginas un reportaje excelente de Lara Otero sobre los retretes de los establecimientos p¨²blicos. Aficionado como soy a la escatolog¨ªa, centr¨¦ en ¨¦l mi atenci¨®n y observ¨¦ cosas de naturaleza curios¨ªsima. Por ejemplo, que los inspectores afectos al ¨¢rea de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Madrid investigaron durante el pasado a?o 3.591 retretes y hallaron que el 99% de los mismos estaban impecables.
Como tal conclusi¨®n atenta gravemente contra la percepci¨®n individual, uno continu¨® observando las turbulentas aguas de la charca y averigu¨® en seguida que la norma tiva municipal no les obliga, por ejemplo, a colocar papel higi¨¦nico. Tendremos que reconocer que de este modo es m¨¢s f¨¢cil sacar matr¨ªcula de honor. Si no se les exigiera estar limpios, habr¨ªan superado la prueba, y con nota alta, el 100%. Y si adem¨¢s de todo eso se incluyera una cl¨¢usula en la que el Ayuntamiento recomendara que se mantuvieran sucios como pocilgas, la adecuaci¨®n entre la realidad y la normativa habr¨ªa sido tal que mereceir¨ªamos una conde coraci¨®n europea. Pero a¨²n hay m¨¢s curiosidades entomol¨®gicas: por lo visto, los inspectores de estos retretes p¨²blicos trabajan s¨®lo de 8.00 a 15.00, por lo que jam¨¢s han revisado un servicio fuera de ese tramo matinal. Sin duda, el 1% de servicios que todav¨ªa vulnera la legislaci¨®n vigente, desaparecer¨ªa si los inspectores s¨®lo trabajaran de 8.00 a 9.00 de la ma?ana. Si ello no fuera posible por presiones de orden sindical, bastar¨ªa con hacer desaparecer la legislaci¨®n, o los retretes, de manera que, al suprimir uno de los polos del conflicto, se eliminar¨ªan a la, vez los peque?os roces actuales entre una cosa y otra; muerto el perro, se acab¨® la rabia. No s¨¦ si me explico.Siempre seg¨²n el citado reportaje, la normativa tampoco da orientaciones abstractas o concretas sobre el modo de deshacerse de las compresas o tampones higi¨¦nicos. Consultado acerca de esta carencia, don Juan Ignacio Rojas, director de Servicios de Consumo, respondi¨® que se deb¨ªa a un exceso de pudor. ?No ven c¨®mo vale la pena contemplar la charca con detenimiento? ?A que nunca se habr¨ªan podido imaginar ustedes que exist¨ªan normativas municipales con pudor? Eso es tan raro como dar con una arana de diez patas o un sapo de dos cabezas. Con un hallazgo zool¨®gico de este calibre ya has hecho el d¨ªa, y yo lo encontr¨¦ a las nueve de la ma?ana. Un chollo. Ahora comprende uno porqu¨¦ el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar ha entrado a saco en el equipo de ?lvarez del Manzano: est¨¢ lleno de respuestas biol¨®gicas al medio. Con ejemplares as¨ª, tiene uno garantizada la perpetuidad de la especie. Ruiz-Gallard¨®n deber¨ªa tomar nota si no quiere que su equipo contin¨²e marginado en este proceso de selecci¨®n darwinista.
Con todo, confieso que lo que siempre me impresiona. de esta clase de noticias es la cantidad de organismos y cargos que son precisos para que la charca no pierda un ¨¢pice de su vitalidad. Siempre das con un insecto nuevo, indispensable para el mantenimiento del ecosistema, de cuya existencia ni siquiera ten¨ªas noticias te¨®ricas. Jam¨¢s sospech¨¦, por ejemplo, que hab¨ªa un director de Consumo, aunque s¨ª hab¨ªa o¨ªdo hablar de la formaci¨®n de un ¨¢rea de Salud encargada de controlar los niveles fecales de algunas zonas de la ci¨¦naga. Pero, por volver al principio, lo que en ning¨²n caso hab¨ªa podido imaginar es que existiera una legislaci¨®n tan bien adaptada al medio que careciera de una cl¨¢usula reguladora del uso del papel higi¨¦nico en los retretes p¨²blicos. A partir de ahora, los due?os de los establecimientos podr¨¢n colocar, en el lugar del rollo, la citada normativa, que viene a ser lo mismo.
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