Una jugada de mucho riesgo

"CiU ha enga?ado a sus electores". Josep Maria Matamala, consejero nacional y ex presidente del comit¨¦ de Girona de Converg¨¨ncia Democr¨¢tica de Catalunya (CDC), el partido de Jordi Pujol, mayoritario en la coalici¨®n, expresa un sentimiento que, a su juicio, predomina en las filas del nacionalismo catal¨¢n.Convencido de que el PP, por su "antinacionalismo intr¨ªnseco", no podr¨¢ cumplir, Matalama, de 38 a?os, reprocha a su partido haber sucumbido a unos intereses "circunstanciales" olvidando sus compromisos: "Nos ha dado la espalda a aqu¨¦llos que confiamos en que cumplir¨ªa su promesa de no pactar con quienes se han destacado hist¨®ricamente por sus ataques frontales contra el pueblo catal¨¢n".

Explicar a la militancia la decisi¨®n final de apoyar al Gobierno de Aznar va a resultar, seg¨²n Matamala, una dura tarea para CiU, sobre todo en Girona, donde el mensaje de "parar los pies al PP" se difundi¨® con ¨¦nfasis durante la campa?a. En sus predicciones va a¨²n m¨¢s lejos: los nacionalistas "pagar¨¢n este acuerdo y el precio ser¨¢ mucho m¨¢s elevado del que pagaron en las auton¨®micas por el apoyo ofrecido al PSOE".

Aunque con menor bdigerancia, Joan Bosch tambi¨¦n rechaza un entendimiento que considera "forzado y antinatural". Abogado de profesi¨®n y militante nacionalista desde 1991, Bosch, nacido en Girona hace 33 a?os, evita hablar de infidelidad o enga?o de CiU, pero s¨ª afirma que ha optado por una jugada de mucho riesgo y que ha apurado hasta el l¨ªmite la confianza de la militancia. "Si sale mal, le saldr¨¢ muy cara", advierte. Y no es optimista: ve inevitables "las presiones de los sectores m¨¢s ultraderechistas del PP", que, en su opini¨®n, dificultar¨¢n la materializaci¨®n de los acuerdos, en especial los referidos a la pol¨ªtica auton¨®mica. El giro en ella de los populares es, dice, demasiado radical para ser cre¨ªble: "El PP s¨®lo ha demostrado con este cambio que para hacerse con el poder es capaz de todo, incluso de renunciar a su ideolog¨ªa".

Pero su cr¨ªtica postura no le impide a Bosch ver en el pacto un lado positivo: estrategia para evitar elecciones anticipadas.

Para Jordi Xucl¨¤, presidente en Girona de la Joventut Nacionalista de Catalunya (JNC, rama juvenil de CDC) y estudiante de Derecho, hay adem¨¢s otras razones para no rechazarlo de entrada: Catalu?a ha conseguido "mucho m¨¢s de lo que obtuvo a cambio del apoyo al PSOE en la pasada legislatura". Xucl¨¤, que, con 23 a?os, fue el n¨²mero 4 de la lista por Girona en las pasadas elecciones y era, por tanto, el candidato m¨¢s joven de CiU, sostiene que las concesiones del PP hacia Catalu?a son insuficientes: "Faltan elementos que profundicen en la asimetr¨ªa auton¨®mica y un reconocimiento expl¨ªcito por el PP de la unidad de la lengua catalana y de la idea de Pa¨ªses Catalanes". S¨®lo aprueba el acuerdo como primer paso para que Catalu?a llegue a merecer "un reconocimiento nacional y diferencial similar al que Canad¨¢ concede al Quebec".

Ricard Font, miembro de la ejecutiva de la JNC y coordinador del consejo de estudiantes de la Universidad de Girona, avala la tesis de Xucl¨¤: el no rotundo inicial se ha convertido en un s¨ª comprensivo y expectante. Para Font, de 24 a?os, fuera de Catalu?a ser¨¢ dif¨ªcil hacer entender a la opini¨®n p¨²blica "el esfuerzo que significa para CiU apoyar al Gobierno popular" e insta al PP a ejercer una tarea explicativa, en este sentido.

Entre los j¨®venes militantes hay tambi¨¦n opiniones abiertamente favorables a la colaboraci¨®n CiU-PP. Como la de Josep Duran, un economista de 29 a?os, que es miembro del comit¨¦ local de CDC en Girona desde 1986: "Los candidatos prometieron que plantar¨ªan cara al PP y lo hacen al obligarle a modificar sus planteamientos auton¨®micos". Josep Maria Guinart, de 40 a?os, tambi¨¦n la aprueba. Alcalde de L'Escala y miembro de la ejecutiva intercomarcal de Girona de Uni¨® Democr¨¢tica (UDC), el partido democristiano integrado en CiU, admite que la pol¨ªtica "es el arte de aprovechar las oportunidades".