?lvaro Pombo: "Ser adulto es estar solo"
"Ser adulto es estar solo. O mejor, prescindir de la propia historia", aprob¨® ?lvaro Pombo lo que hab¨ªa dicho Alejandro G¨¢ndara presentando, el martes, su ¨²ltima novela, Donde las mujeres, que acaba de publicar Anagrama. Al discurso de G¨¢ndara, minuciosa disecci¨®n de esa novela que seg¨²n sus palabras "cuenta los desvar¨ªos del aprendizaje", sigui¨® una Carmen Mart¨ªn Gaite segura, breve, absolutamente en la Reina de la Feria, que es lo que va a ser, una vez m¨¢s, con su inminente novela Lo raro es vivir. En tres pinceladas, un paisaje, un personaje, una nota psicol¨®gica -y como apuntar¨ªa inmediatamente el propio Pombo, con el fondo del mar en los tres-, situ¨® en suerte este novel¨®n, seg¨²n sus palabras, "la mejor de don ?lvaro, en la l¨ªnea de El h¨¦roe de las mansardas de Ma?sard, o el Metro de platino iridiado".
La historia est¨¢ contada por una mujer. Ella narra su infancia y la casa en que esta transcurre, y su desaparici¨®n. Es de la estirpe de El gatopardo. En fin, de esas novelas que cuentan lo que fue y ya no es. Porque tambi¨¦n es la historia de un expolio que se parece mucho al inexorable expolio del tiempo. "Vuelve a poner", dice Pombo, "que es una novela solidaria con sus personajes". Y s¨ª: hay solidaridad con estos tipos a los que esa ni?a que fue, esta mujer que es quiere y deja de querer con el tiempo. Sobre todo, hay solidaridad con el escenario.
G¨¢ndara no lo expres¨® con un nombre, pero lo dej¨® caer en clave: Donde las mujeres es una novela del ciclo de Santander, que en ?lvaro Pombo significa el ciclo de la iniciaci¨®n -o de sus desvar¨ªos- y, m¨¢s a¨²n, el ciclo de la memoria, y de la reconstrucci¨®n de la memoria. Porque no ser¨ªa dif¨ªcil identificar en esta novela -como en las otras, para muchos las mejores del c¨¢ntabro- esa familia apegada a un pasado m¨¢s glorioso, en este caso a un cosmopolitismo bien reconocible; ese tiempo exterior h¨²medo de posguerras m¨¢s que de meteorolog¨ªas; en fin, esa sociolog¨ªa peculiar en la que respira, y de la que, como su personaje, se libera, un ?lvaro Pombo que, lejos de vivir sin su historia, la reconduce en estupendas novelas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.