El litrazo

Dec¨ªase de una suerte de infarto taurino de incuantificable potencia que cada tarde, por los a?os 50, clavaba directamente en el coraz¨®n de los aficionados un gallardo torero llamado Miguel B¨¢ez Espuny, apodado Litri. Actualmente tal riesgo ha desaparecido de las plazas de toros, pese a lo cual se recomienda extremar las medidas de autocontrol y, de paso, ensayar diversas t¨¦cnicas de relajaci¨®n porque en el cartel de esta tarde se anuncia otro Miguel B¨¢ez, con el mismo apodo.La ¨²ltima noticia de un litrazo en Las Ventas data de hace 30 a?os (25 de mayo de 1966), y quienes vivieron y padecieron esa descarga de adrenalina inyectada a pulso una y otra vez por un diestro todo coraje, afirman que nunca podr¨¢n olvidar los terribles alaridos de pavor que hicieron temblar hasta los pilares del coso. Hab¨ªan triunfado ya Diego Puerta y El Viti, que hab¨ªa cuajado una faena hist¨®rica a un toro colorao de Garz¨®n llamado Indiano, cuando sali¨® al ruedo el cuarto de la tarde.

Herido en su amor propio, Litri -que a los seis a?os le cay¨® encima toda la tradici¨®n familiar de orgulloso y espartano valor forjada por tres generaciones de toreros- le dio al toro Humorista 20 metros de ventaja y, atrincherado en su casta y arrojo, le ret¨® con la voz y su cuerpo menudo. En su espalda, cogida con la mano izquierda, escond¨ªa su muleta chica y poderosa, mientras que en el rostro se dibujaba una mueca de desprecio torero cimentada en sangre y m¨¢s de cien a?os de valent¨ªa.

El toro al principio pareci¨® asustarse pero, en seguida reaccion¨® veloz a semejante intento de humillaci¨®n arranc¨¢ndose como un talgo a toda m¨¢quina en cuyo frontal casi pod¨ªa leerse "yo soy el que ha nacido para matar". En ese momento la taquicardia colectiva se elev¨® a un volumen tal que ensordeci¨® por completo el monumental alarido que ya al inicio del cite hab¨ªa hecho crujir al barrio de Ventas. La angina de pecho parec¨ªa inevitable cuando el bravo y audaz torero esperaba imp¨¢vido el embroque pero, de pronto, estall¨® el litrazo.

Litri fren¨® en seco la embestida del fiero Humorista con un trallazo de muleta que rompi¨® toda la codicia del toro, dej¨¢ndolo paralizado, subyugado y d¨®cil, junto a su costado izquierdo. Los tendidos reventaron produci¨¦ndose una explosi¨®n de emociones que autom¨¢ticamente el diestro control¨® con nuevos alardes ejecutados, en s¨®lo un palmo de terreno, sin soluci¨®n de continuidad. Naturales sonriendo al tendido, estatuarios ci?¨¦ndose los pitones de forma espeluznante, molinetes angustiosos,... temerarios desplantes d¨¢ndole la espalda al animal... Un aut¨¦ntico derroche de valor y osad¨ªa que qued¨® plasmado en la poderosa muleta del Litri, ahora convertida en un trapo hecho jirones. Ya han pasado 30 a?os y desde entonces jam¨¢s se vibr¨® en Las Ventas como aquella tarde gracias a un torero en cuyo c¨®digo gen¨¦tico hab¨ªa ingentes proporciones de orgullo, hero¨ªsmo y valent¨ªa. Un B¨¢ez Litri que quiso hacer honor a su estirpe desde los seis a?os, logr¨¢ndolo con apenas 20, y ya rico, gracias a aquel litrazo de infausto recuerdo para cardi¨®logos pero tan a?orado por una afici¨®n que no s¨®lo vive del arte sino tambi¨¦n de emociones.