Entre las plantas carn¨ªvoras
Fernando Checa entra en la secci¨®n de plantas carn¨ªvoras. Jos¨¦ Mar¨ªa Luz¨®n, aficionado al golf, como la nueva ministra, Esperanza Aguirre, suele decir que el Prado est¨¢ dentro del Jard¨ªn Bot¨¢nico, donde hay parcelas dedicadas a las plantas ex¨®ticas, tropicales y otras. El lugar que ocupan las carn¨ªvoras es exactamente el museo. El Prado tiene un plan de reformas de sus edificios que llegar¨¢n al siglo XXI. Su nombramiento period¨ªstico coincidi¨® ayer con la presentaci¨®n del libro Las colecciones reales y la fundaci¨®n del Museo del Prado -publicado por la Fundaci¨®n Amigos del Museo del Prado-, un estudio de Gonzalo Anes sobre el testamento de Fernando VII y las colecciones depositadas en el Real Museo de Pintura, origen del actual Prado.Checa ha investigado en los ¨²ltimos diez a?os en los archivos y biblioteca del museo y es conocedor de sus fondos, que han sido prestados en varios proyectos de exposiciones, desde el montaje en Toledo de Reyes y mecenas. Sigui¨® la vinculaci¨®n con los distintos aspectos sobre el Alc¨¢zar de Madrid y la monograf¨ªa dedicada a Tiziano. A medio plazo hab¨ªa vinculado al museo al proyecto de celebrar en 1998 el cuarto centenario de la muerte de Felipe II, monarca al que persigui¨® en Felipe II, mecenas de las artes.
Una gr¨²a en la parte posterior del edificio Villanueva, las vallas de madera y la profusi¨®n de andamios met¨¢licos en el Cas¨®n del Buen Retiro anuncian las reformas que esperan al entorno del museo. Dentro de un mes comenzar¨¢ el cambio de las cubiertas y en agosto se conocer¨¢ el ganador del concurso internacional de ideas sobre la ampliaci¨®n. En estos planes, el PP y el PSOE acordaron en el Parlamento un consenso sobre el Prado como "cuesti¨®n de Estado". El consenso pol¨ªtico se rompe en el interior, con una guerra abierta y p¨²blica que afecta sobre todo a restauradores y conservadores, que ha ofrecido una imagen deteriorada. Siguen pendientes concretar la autonom¨ªa real de la direcci¨®n y el patronato, la pol¨ªtica de compras y pr¨¦stamos, los fondos dispersos y las cuentas del legado Villaescusa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.