"No, si hasta tendremos que pedir cr¨¦ditos bancanrios..."
"No, si hasta tendremos que pedir cr¨¦ditos bancarios para devolver al Estado lo que nos ha dado de m¨¢s". Humor ¨¢cido. Lo expresaban algunas de las v¨ªctimas del s¨ªndrome t¨®xico reunidas ante la Audiencia tras escuchar las explicaciones de sus abogados sobre el fallo. A diferencia de cuando el juicio de los aceiteros, no hubo reacciones dram¨¢ticas. Quince a?os de espera son muchos a?os. Tantos como para haberse curtido en el escepticismo y tener afinada la iron¨ªa."Los de la colza, como algunos nos llaman ahora casi de forma despectiva, siempre hemos pedido salud y justicia, no dinero". Lo record¨® en octubre pasado, al comienzo de la vista de los funcionarios, Carmelo Vaquero, el padre de Jaime, el primer muerto, all¨¢ en 1981, a sus ocho a?os. "La salud ya la perdimos y la justicia no terminamos de encontrarla. No hay derecho a que s¨®lo haya habido una condena", comentaban ayer en corrillos, sin levantar la voz, compa?eros suyos de fatigas. "Es insuficiente", se pronunciaba m¨¢s tarde en un comunicado oficial la Asociaci¨®n Nacional de Afectados.
Gracias a ella, sin embargo, se ha demostrado que el envenenamiento masivo no se produjo "por una desgracia o por mala suerte", sino que intervino "el factor humano", y se ha abierto la v¨ªa de las indemnizaciones al ser declarado el Estado responsable civil subsidiario, advierten los letrados Ignacio Uriarte, de la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU), y Antonio Garc¨ªa Pablos.
Pero, como sus colegas de causa, ambos s¨®lo se sienten "parcialmente satisfechos". Consideran "benigna" la sentencia, "casi simb¨®lica". Y, al margen de los recursos, de que el asunto vaya al Tribunal Supremo, de que a¨²n pueda pasar m¨¢s de un a?o hasta que aqu¨¦lla se ejecute..., tambi¨¦n les preocupa que la Administraci¨®n haga "las cuentas del Gran Capit¨¢n" y, al descontarles las prestaciones ya recibidas -74.000 millones de pesetas en ayudas directas, aparte los 38.000 invertidos en asistencia hospitalaria e investigaci¨®n-, resulte que sus supuestos acreedores se conviertan en deudores.
"Adem¨¢s, los fallecidos y los grandes inv¨¢lidos est¨¢n ah¨ª. Pero... ?y los restantes enfermos?", se preguntan con cierto fatalismo; "el mal evoluciona en ellos. Sus expedientes est¨¢n hoy al d¨ªa, pero ma?ana habr¨¢n cambiado. Teniendo que valorarse caso por caso, el cobro de las compensaciones podr¨ªa demorarse todav¨ªa mucho tiempo".
"Ahora que hay una nueva Administraci¨®n, y sin renunciar al judicial, ?no ser¨ªa el momento de buscar el camino del di¨¢logo para dar ya una soluci¨®n realista a un problema tan grave", concluye Garc¨ªa Pablos.
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