?Violencia? No m¨¢s, por favor
La sociedad espa?ola est¨¢ asistiendo impert¨¦rrita a una ola de violencia juvenil. Yo mismo presenci¨¦ (no por primera vez, y me temo que tampoco por ¨²ltima) una de esas cada vez m¨¢s frecuentes peleas que se producen en los lugares de copas de los j¨®venes espa?oles (sobre todo en los de la gente m¨¢s corriente, que son la mayor¨ªa). Vi c¨®mo cinco chavales apaleaban a otros dos, a uno de los cuales le echaron al suelo y golpearon la cabeza contra el suelo salpicando sangre ante la parsimonia del p¨²blico en general (en el cual me incluyo); mientras tanto, otro de los cinco, para rematarlo, le golpeaba con una puntera de hierro en la espalda.Nadie intervino hasta el final de la pelea para separarlos. Desconozco los motivos concretos de esa pelea, pero creo que lo m¨¢s importante ser¨ªa analizar el problema a fondo y de forma general. Repito que no son casos aislados, sino un fen¨®meno com¨²n en las salidas de los fines de semana, aunque con esto no pretendo generalizar e incluir a todos los j¨®venes. Al contrario, son algunos pocos los que nos comprometen a la mayor¨ªa. Y es que el m¨ªnimo encontronazo o roce puede ser suficiente para comenzar una pelea. Esto es la ley de la selva, que afecta a todos y en la que gana el m¨¢s fuerte.
La violencia juvenil es algo real que flota en el ambiente de forma impune. No entiendo por qu¨¦ no se pone fin al descontrol de emisi¨®n de violencia (v¨ªa pel¨ªculas, telediarios, ya que algunos son morbosos) por parte de los medios de comunicaci¨®n, por qu¨¦ no se controlan las academias de artes marciales (algunas de las cuales son verdaderas f¨¢bricas de m¨¢quinas de pelear). Se?ores directores de las cadenas de televisi¨®n, no se puede hacer de esto un negocio porque est¨¢ mucho en juego, como el hecho de que los j¨®venes espa?oles podamos salir un fin de semana tranquilos sin tener que vivir la violencia en nuestras carnes.
Estoy hablando de fomentar una concienciaci¨®n a nivel educativo que adem¨¢s convenza de lo in¨²til que es solucionar los roces de forma violenta y que promueva una conciencia de di¨¢logo entre los j¨®venes espa?oles (sus pol¨ªticos deber¨ªan dar ejemplo y no aumentar la crispaci¨®n). Es conveniente utilizar los propios medios de comunicaci¨®n para lanzar campanas solidarias en las que se ruegue al p¨²blico pasivo de las peleas que intervenga de forma decidida en la separaci¨®n de los contendientes.
Creo que nuestros gobernantes tienen que empezar a actuar porque esto se les est¨¢ yendo de las manos (a nosotros ya se nos ha ido), y es desde las altas instancias del Estado desde donde se tiene que solucionar, porque desde aqu¨ª abajo es muy dif¨ªcil (aunque eso no quita para que entre todos echemos una mano). Eso s¨ª, siempre desde la firme convicci¨®n de que a la violencia no se le responde con m¨¢s violencia.-
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